La pandemia ha desatado opiniones tan dispares que ha provocado en muchos la necesidad de realizar un cambio en su entorno, que en ocasiones ha resultado positivo, y otras más bien todo lo contrario. De esta polaridad poco racional nacen discursos y elementos deleznables como el del militar de extrema derecha Jurgen Conings, que apenas hace unos días amenazaba a un mediático virólogo belga con acabar con su vida.
Actualmente el personaje se encuentra en paradero desconocido, aunque según asegura miembros de fuerzas de la ley se encuentra en el parque nacional Hoge Kempen. Por si fuera poco la peligrosidad de aventurarse a un pasaje natural en la búsqueda de un individuo peligroso, según creen aquellos que le siguen la pista podría ir altamente armado.
«Nos enteramos hoy de que aparentemente se está escondiendo en el parque nacional. La policía lo está buscando» ha informado a 'Efe' la persona a cargo del parque natural, Ignace Schops. La primera de las medidas que se han llevado a cabo ha sido el cierre completo del espacio, no solamente porque facilitará las labores de investigación, sino porque el caso podría agravarse en el caso de que un ciudadano pudiera entrar en contacto con el hombre, que seguramente no dudaría en emplearlo como medio en una negociación.
El perfil del homicida
Las fuerzas del orden que han cerrado el parque han determinado que por su vinculación con grupos de extrema derecha, se trata de un individuo altamente peligroso. Jurgen Conings es un militar de 46 años que lleva dos días como fugitivo, huyó del cuartel con un lanzacohetes, un subfusil, un chaleco antibalas y una pistola. Todo este arsenal le ha convertido en un objetivo altamente peligroso que posiblemente no se entregará a las autoridades por su propia voluntad.
El hecho que le ha otorgado cierta notoriedad es que ha atentado, al menos a través de declaraciones, contra el virólogo Marc Van Ranst, un reconocido especialista en coronavirus. La verdad es que la amenaza ha calado a todos los niveles sociales, y la policía ha decidido mantener al experto sanitario bajo custodia y en paradero desconocido, para que en caso de que atenten contra su vida, se pueda barajar un plan de protección.
El fugitivo aseguró a través de las redes sociales que «iba a matar a gente» refiriéndose al experto, opinión que fue apoyada en su día por los nacionalistas flamencos en el año 2018. Por si fuera poco dejó dos cartas escritas en su domicilio de Lanklaar, en ellas dejaba caer sus intenciones aunque la totalidad de la información no ha salido a la luz.
La voz de alarma la dio su mujer
«Todo el mundo es muy cauteloso por lo que pueda pasar. Espero que puedan encontrarlo muy pronto, por supuesto, porque no es bueno tener a alguien tan peligroso en el parque nacional» ha comentado el director del parque. Conings es un hombre de complexión fuerte, mide alrededor de 180 y porta tatuajes por todo el cuerpo. Según el Órgano de Coordinación para el Análisis de la Amenaza, en su lista figura como un individuo extremadamente violento.
La primera persona que hizo saltar las alarmas fue la propia mujer del militar, que después de no encontrarle en su regreso a casa, llamó a la Policía. Horas más tarde las autoridades encontraron un vehículo en la zona Dilsen-Stokke, que hace frontera con los Países Bajos.
El portavoz Judicial, Eric Van Duyse, ha comentado que dentro del coche se encontraban la mayoría de armas que había portado el extremista. Aunque según confirman las fuentes policiales podría llevar consigo, la pistola, una ametralladora, el chaleco o el lanzacohetes.