Imagen de archivo de una mascarilla desechable

Un experto alerta sobre el peligro de no llevar la mascarilla bien puesta

De nada sirve llevarla si no está puesta de la forma indicada

La mascarilla ya se ha convertido en un ‘imprescindible’ en nuestro día a día. Y es que es una gran aliada para frenar los contagios de la Covid-19. Pero, ojo, porque la mascarilla no es un instrumento mágico que te da inmunidad en cuanto te la pones.

Y es que nos aporta protección, pero siempre y cuando la llevemos puesta correctamente. De nada sirve ponérsela si no la colocas bien. De hecho, su mal uso puede llegar a ser contraproducente, porque puedes creer que te protege de verdad cuando no lo hace. 

El científico español José Luis Jiménez, experto mundial en transmisión por aerosoles y profesor en la Universidad de Colorado, ha advertido sobre los peligros de no colocarse la mascarilla bien. 

«El ajuste es un problema muy gordo para el uso de las mascarillas para la población en general. Por huecos que nos parecen pequeños pasa la mitad de aire sin filtrar» advertía a través de su cuenta de Twitter.

«Para entender los detalles, hay que entender primero cómo se transmite el virus. Tres maneras, en orden de importancia: inhalación de aerosoles, en proximidad cercana, y compartiendo aire en una habitación; spray de gotas (proyectiles) y tocar superficies contaminadas» comienza explicando el experto. 

Después de explicar que el ajuste de las mascarillas es un problema, el experto deja un vídeo en el que se pueden ver las fugas que tienen tres tipos de mascarillas mal ajustadas.

Así, el científico explica que «en los hospitales y centros de trabajo donde se usan N95 y FFP2 para protegerse de amenazas serias (patógenos, polvo de sílice, etc), hay personas entrenadas para medir el ajuste a la cara (midiendo fugas de aerosoles)».

También advierte de que «es difícil conseguir un buen ajuste de N95, sobretodo en la nariz. Hay que trabajar bastante y ajustarse el hierro de la nariz muy bien para que se selle de verdad». Además, también explica que «es imposible que sellen bien si se llevan con barba».

«Por esa razón, dudo cuando hay gente que propone N95/FFP2 para todos. Si se llevan mal, por su forma, pueden crear más huecos que las de tela buenas, y al final funcionar peor. Hacen falta campañas intensivas de educación sobre ajuste, incluido en centros de trabajo» continúa explicando el experto.

El problema de las FFP2 / N95

«Las FFP2 / N95 tienen un problema de diseño. El material se escoge para filtrar bien. Pero se le pide a ese mismo material que se ajuste bien. Y eso es difícil» continúa explicando. 

Para Jose Luis Jiménez, las mascarillas ‘elastoméricas’ son una mejora importante, ya que utilizan material N95 para el filtro, pero cuentan con silicona para que se ajusten mejor: «a medio plazo creo que se impondrán, y N95 actuales serán una reliquia del pasado».

Sobre el uso de dos mascarillas a la vez, el científico explica que «parece una recomendación muy confusa». Puede llegar a ser útil, «pero depende de los detalles. Sobre todo si ponemos una de tela grande que ajuste bien, encima de una quirúrgica, que filtra bien pero ajusta mal».

No obstante, también advierte de que pueden empeorar la situación según la forma y el tamaño de las dos mascarillas. Y es que «el empuje de la segunda mascarilla puede empeorar el ajuste de la primera» y «aún con el mismo ajuste, la mayor resistencia al aire, puede aumentar fugas».

Busca una mascarilla que se ajuste bien

En resumen, el experto recomienda una mascarilla con «calidad de filtro y ajuste. Si no ajusta bien, da igual que sea N95 / FFP2». Por eso, aconseja buscar mascarillas que se ajusten muy bien y «aguante el tiempo que la tenga que llevar, y que sea de buena calidad, tela de 3 capas, o N95 / FFP2».

Además, advierte que «las mascarillas son imperfectas, y reducen contagios, no los suprimen. Es una de muchas capas de protección necesarias».

El experto también lanza una crítica hacia los gobiernos: «deberían fabricar las mejores mascarillas a gran escala y distribuirlas gratis y con educación. Como hacen con las vacunas. Distribuir mascarillas de buena calidad a la población, y educar sobre su uso y ajuste sería muy eficaz para reducir contagios».