Este miércoles, Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, comparecía en el Congreso exponiendo que, a su juicio, los insultos de su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, a la democracia española no son motivo suficiente para cesarle.
Por su parte, el líder de los populares, Pablo Casado, exigía la expulsión del líder de la formación morada del Ejecutivo junto sus ministros del mismo partido, pero Sánchez le ha reprochado la petición: «Con la que está cayendo hablar de ceses y dimisiones...», ha replicado en alusión a la situación en Cataluña.
En este momento e iniciado el discurso, Pedro Sánchez replicaba que sus prioridades ahora mismo son la «salud, el empleo y la protección social» y ha cargado contra Casado asegurando que está «acomplejado por la ultraderecha» y que esto le lleva «por el camino de la perdición» . Así mismo le ha pedido que zanje por fin sus alianzas territoriales con Vox para poder elegir el «camino de la moderación» y trabajar en una oposición que «arrime el hombro».
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Minutos después, el líder de los populares advertía a Sánchez de que «nos lleva al populismo de la Venezuela de Chávez«. »Lleva semanas diciendo que España es una dictadura en la que te pueden envenenar«. «Esto es lo que tiene usted en su gobierno y es su responsabilidad. ¿Cuándo va a cesar a su vicepresidente?», insistió, instantes antes de hacer un repaso sobre los conflictos internos desencadenados de la coalición. «Están enfrentados por todo, incluso se pelean por las mascarillas», reprochó.
El líder de los Populares, Pablo Casado, utilizó el ejemplo de Felipe González y consideró que la coalición gubernamental es el camarote de los Hermanos Marx. «Ya tiene demasiados platos en el aire, cese esa infamia ya y saque a Podemos del Gobierno para acabar con esa infamia para que los españoles recuperemos el sueño»
Sin terminar de cesar a Iglesias, son muchos los que creen que Sánchez podría haber aprovechado la oportunidad para censurar desde el Congreso las palabras de su vicepresidente, pero prefirió no hacerlo. Por si fuera poco, en un careo con la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, tan solo aseguró que «España es una democracia plena, es una democracia que figura entre las 23 democracias plenas del mundo según un estudio que evaluó a 167 países».
De la mano del secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, volvió a la carga durante el ‘combate’ mantenido con el número dos de los populares, Teodoro García Egea. «Ojalá hubiera plena democracia en España, pero si no la hay es por lo que su partido ha hecho», comentó desde su escaño.
Es de resaltar que ninguno de los miembros presentes, ni tampoco los del bando socialista aplaudieron la intervención del vicepresidente segundo, ya que podría interpretarse como un gesto de reproche.
Para restarle importancia, rápidamente Calvo, en el momento de su intervención, aseguró que no se dio cuenta de no haber aplaudido a su compañero de gobierno, al estar en esos momentos concentrada con las preguntas desencadenadas por la derecha durante el control. Aunque la realidad es que sus turnos de intervención, ya habían concluido.
La que también formó parte de esta lluvia de críticas, fue la Líder del partido Ciudadanos, Inés Arrimadas, quien no dudó en decir, «reaccione y actúe de una vez, antes de que sea tarde»
Sumado a ello, Arrimadas también cuestionó que los ministros de Podemos ataquen a la democracia desde sus «cómodos sillones y mansiones», carguen duramente contra los jueces del país, persigan a la prensa y defiendan a delincuentes mientras van a «imputación por día».
En cualquier caso, las críticas a Pedro Sánchez e Iglesias ante los ataques de éste a la democracia española continúan siendo la constante de todos los discursos políticos hasta ahora.