Adriana Lastra ya no es la voz del PSOE en el Congreso de los Diputados. Pedro Sánchez la ha sustituido por el canario Héctor Gómez.
Adriana Lastra, cesada sin esperarlo
A última hora del miércoles saltaba la noticia de la sustitución de Adriana Lastra para sorpresa de muchos. Pedro Sánchez hacía así otro cambio inesperado en su intento por renovar las caras de su partido.
De esta forma, el secretario general de los socialistas continúa con la revolución que inició meses atrás con la renovación del Gobierno. Ahora les ha tocado a los portavoces del Ejecutivo y estos cambios parece que terminará con el Congreso Federal socialista previsto para octubre.
Adriana Lastra, después de tres años como portavoz del PSOE en la Cámara Baja, deja su puesto, que recae ahora en Gómez.
El diputado canario es portavoz en la Comisión de Exteriores y vocal en las de Defensa y Presupuestos. También es la voz de la Comisión Mixta para la Unión Europea.
Además, Héctor Gómez es miembro de la delegación española en el Consejo de Europa y forma parte de la Ejecutiva federal socialista.
Antes de ser diputado, Gómez fue concejal en el Ayuntamiento de Guía de Isora, Santa Cruz de Tenerife.
Entre 2018 y 2019, este canario fue director general de Turespaña.
Nuevos en sus labores en el Ejecutivo
Héctor Gómez no será el único que estrene puesto en los próximos días. Su compañera Eva Granados, viceprimera secretaria del PSC, sustituirá a Ander Gil como portavoz del PSOE en el Senado.
Todos estos cambios han llegado antes de que el PSOE celebre su congreso federal número 40, previsto para mitad de octubre en Valencia.
Este evento será el pistoletazo de salida para todos los congresos autonómicos de la formación roja.
En esta cita Adriana Lastra centrará ahora todos sus esfuerzos. En julio fue nombrada coordinadora general, acompañando a Santos Cerdán.
Eva Granados, ahora ascendida, es la portavoz de dicho comité organizador que el pasado lunes dio su primera rueda de prensa.
La responsabilidad de Lastra fue otro de los cambios de Pedro Sánchez que pilló por sorpresa a muchos. Llegó justo después de que José Luis Ábalos renunciase a esa tarea tras ser cesado como ministro de Transportes y Agenda Urbana.
La decisión del Ejecutivo se filtró a la prensa un sábado de julio a primera hora, pero también por el contexto.
Junto a Ábalos, uno de los hombres fuertes de Sánchez en el partido, cayeron otros seis ministros.
Arancha González Laya, Isabel Celáa, Juan Carlos Campo, Pedro Duque y José Manuel Rodríguez Uribes fueron cesados de sus puestos como Ábalos.
No obstante, no fueron los únicos a quienes les arrebataron sus labores. Carmen Calvo, vicepresidenta primera del Ejecutivo desde 2018, e Iván Redondo, jefe de Gabinete del presidente, también fueron destituidos.
Todo ello ponía de manifiesto la intención de renovar el PSOE. Fue solo un adelanto de lo que vendría después en la formación socialista.
Cambios reseñables para reforzar el partido
El Ejecutivo puso entonces en primera línea a Félix Bolaños como ministro de Presidencia y convirtió en su nueva mano derecha a Óscar López, a pesar de no estar en las quinielas.
Está claro que con todas estas modificaciones Pedro Sánchez quiere lograr que su partido continúe en el gobierno unos años más.
A pesar de que la crisis sanitaria del COVID-19 le ha pasado factura al PSOE, el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) vuelve a situarlo en cabeza. Sus datos de julio así lo avalan y lo separan más de 5 puntos de su rival, el PP.
Parece que la remodelación del Gobierno llevada a cabo por Sánchez en los últimos meses está convenciendo a la sociedad española.