El Gobierno alargó el estado de alarma el pasado mes de octubre. Sin embargo, no se esperaba tener que hacerle frente también a las elecciones presidenciales de Madrid el 4 de mayo, tan solo unos días antes de que llegara el final de la prórroga, el día 9, y esto es algo que mantiene a Pedro Sánchez en vilo.
A pesar de que Carmen Calvo, la vicepresidenta, ha señalado en Radio Nacional que confía en que para cuando finalice el estado de excepción «se den las condiciones» para no tener que volver a alargarlo, todavía no hay ninguna certeza al respecto.
Excepto en el caso de que las cosas vayan muy mal, esta sería la opción con menos complicaciones para el Gobierno, pero Pedro Sánchez deberá tomar una decisión basándose en los datos epidemiológicos y no basándose en lo que conlleve más beneficio para la Moncloa.
La alternativa de alargar el estado de alarma también está en el aire, pero el Gobierno no ha dado nada por seguro todavía.
Cuatro factores clave
Carmen Calvo ha asegurado que pase lo que pase «no escurrirá el bulto» y que la elección dependerá de cómo esté la situación sanitaria para entonces.
Por lo tanto, los datos de la pandemia serán claves para la decisión del Gobierno. El pasado 25 de octubre, cuando se prorrogó el estado de alarma, la incidencia acumulada de coronavirus en España era de 361 por cada 100.000 habitantes y pese a que en estos momentos la incidencia es de 134, menos de la mitad que hace unos meses, todavía faltan varias semanas para que finalice.
También hay otros dos factores que se deberán tener en cuenta para la elección. Por un lado, la campaña de vacunación invita a pensar, a pesar de los altibajos, que para mayo habrá más población protegida y que, por consiguiente, serán menos necesarias las restricciones.
Por otro lado, las medidas de Semana Santa, el repunte de casos en algunos territorios incluso antes de que haya llegado esta festividad y la amenaza de una cuarta ola señala justo en la dirección contraria, en una nueva prórroga del estado de alarma.
Pedro Sánchez se vería obligado a realizar una negociación que casi se solapa con el período electoral si finalmente se decantara por la segunda opción.
La única manera que tendría de escapar de ella sería acordar e implementar un nuevo período de excepcionalidad por la vía rápida, en los cinco días que van del 4M al 9M.
Pero una decisión de este calibre requiere de un mayor tiempo de maduración, por lo que no es lo más previsible que el Gobierno se decante por esta opción.
Pedro Sánchez se vería obligado nuevamente a gestionar un nuevo estado de alarma, algo que cada vez cuenta con menos apoyo. Empezó con 321 votos y en la última prórroga tan solo obtuvo 177 e incluso tuvo pronunciamientos en contra de partidos como el PP o Compromís.
Decisión condicionada por las elecciones de Madrid
Además de estar condicionada por los datos de la pandemia, la prórroga también lo está subordinada a los votos de cada partido en el fragor de una campaña electoral.
Todo parece apuntar a que Pedro Sánchez no volverá a alargar el estado de alarma, pero es aquí donde se incluyen algunas restricciones cuya finalidad es dar cobertura legal a las medidas que adopten los presidentes de cada comunidad autónoma.
Aunque todavía se desconoce qué sucederá a partir del próximo 9 de mayo respecto, lo que sí está claro es que la decisión que tome el Gobierno se tomará supeditada a las elecciones presidenciales de Madrid.