El presidente del Gobierno ha modificado su agenda para abordar la crisis migratoria que sufre España a través de su frontera con Marruecos en la ciudad autónoma de Ceuta, y a su vez, la crisis diplomática con el país que este hecho ha provocado.
Pedro Sánchez se ha trasladado este martes, 18 de mayo, a la ciudad ceutí y ha sido recibido por medio centenar de personas que le han gritado, abucheado e incluso han pateado el coche oficial en el que se ha subido después de aterrizar en el aeropuerto.
«Hijo de puta» ha sido uno de los gritos que más se ha podido escuchar esta tarde, algo más tarde de las 17 horas, después de que Sánchez llegase al aeropuerto procedente de Madrid. Una vez allí se le han unido el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos.
El presidente se ha desplazado entonces hasta el Palacio Autonómico de Ceuta, donde se reunirá con su presidente autonómico, Juan Jesús Vivas, para tratar de solucionar la tensa situación que está viviendo la ciudad desde que esta madrugada una avalancha de hasta 8.000 inmigrantes, según los últimos datos del Gobierno, entrase en la ciudad sin amparo legal y a nado.
Este hecho ha provocado una escalada de tensión entre los gobiernos de ambos países, ya que el Ministerio de Exteriores ha llamado a consultas a la embajadora de Marruecos en España para expresar el rechazo del Gobierno a «la entrada masiva de migrantes marroquíes», de los que varios miles ya han sido devueltos a su país de origen.
Antes de esa reunión, la embajadora había reprochado a España que «hay actitudes que no se pueden aceptar» y que habría que asumir las consecuencias, refiriéndose probablemente al problema que ha encendido la mecha entre ambos países: la llegada del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, a un hospital de Logroño para tratarse de un caso grave de Covid-19. La monarquía de Marruecos no ha visto con buenos ojos que España atienda médicamente al líder de la oposición al régimen y lo ha entendido como un ataque al país.
Las imágenes de Sánchez siendo recibido a gritos y patadas han sido recogidas por numerosas personalidades en las redes sociales, especialmente desde partidos de la oposición, para reprochar al Gobierno la gestión que está haciendo de esta crisis. Entre ellos, por ejemplo, se encuentra Toni Canto, ex de Ciudadanos y que fichó por Ayuso para las elecciones del PP en Madrid —aunque la Justicia tumbó la inclusión en las listas—; y Macarena Olona, diputada de Vox en el Congreso.
La mitad de inmigrantes ya han sido expulsados
El Ministerio del Interior ya ha expulsado a 4.000 de los inmigrantes que han llegado a España esta madrugada a través de la frontera de Ceuta, prácticamente la mitad de los más de 8.000 que han llegado nadando.
Para hacer frente a la crisis migratoria, el Gobierno se ha visto obligado incluso a desplegar al Ejército en la zona, y Pedro Sánchez ha anunciado que se reforzará todavía más a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la ciudad de Ceuta para garantizar la integridad de las fronteras de España.
En total, actualmente hay desplegados en la ciudad 150 agentes de la Policía Nacional y otros 50 de la Guardia Civil, a los que se sumarán 50 más del Instituto Armado y la presencia del Ejército de Tierra.
Además, los antidisturbios de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional están preparados para actuar si fuese necesario, mientras que los equipos de Extranjería y de Científica de la Policía Nacional también están trabajando en la zona para devolver a su país a las 4.000 personas restantes.