La visibilidad y concienciación sobre las personas LGTBI mejora con el paso del tiempo, especialmente en Europa y los países más desarrollados, pero la celebración este pasado lunes, 17 de mayo, del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia deja muy claro que todavía hay mucho camino por recorrer.
Estas últimas semanas se han conocido varios casos en todo el mundo de personas LGTBI que han sido maltratadas, marginadas e incluso asesinadas por su condición, lo que demuestra que la lucha no ha acabado y que estas personas siguen sufriendo acoso y violencia en muchas zonas del mundo, y muchas veces ni siquiera tan lejos de casa.
Este es el caso de Malika, una joven de 22 años de origen marroquí, pero que vivía junto a su familia en Italia porque su madre es italiana. Su historia se hizo viral en las redes sociales italianas porque la joven decidió contar lo que le había pasado al decirle a sus padres su orientación sexual, y más tarde su viralidad la hizo saltar a la televisión, donde también ha podido compartir su experiencia para concienciar de lo que todavía pasa en muchas zonas y de lo mucho que queda por luchar.
Malika, 22 años, le contó el pasado mes de enero a su madre que se había enamorado de otra mujer, y lejos de aceptarlo, su familia acabó echándola de casa. Ambos progenitores renegaron de ella, y no solo eso, sino que al echarla de casa no le dejaron llevarse sus cosas, ni siquiera su ropa, por lo que Malika quedó totalmente desamparada y en la calle.
La madre de la joven llegó a decirle a la Policía que «no conocía a esa persona» después de que Malika denunciase los hechos y requiriese ayuda de los agentes para poder entrar en casa aunque solo fuese para coger sus pertenencias.
A los pocos días de este episodio, lejos de terminar, su experiencia empeoró todavía más al recibir un nuevo mensaje en el móvil: «Das asco, lesbiana. Te deseo un tumor, eres la ruina de la familia. Sería mejor tener una hija drogadicta que lesbiana». La situación se volvió tan insostenible para ella que acudió a las redes sociales para desahogarse y explicar cómo estaba viviendo todo esto, con la sorpresa para ella de que terminó convirtiéndose en una historia viral.
Este éxito propició que el programa 'Costanzo Show', de la televisión italiana, contactase con ella para invitarla al programa a contar en primera persona qué había pasado y cómo lo estaba viviendo, lo que acabó haciendo que su caso se conociese en todo el país y empezase a remover conciencias.
Agresiones homófobas en el mundo
El caso ya ha traspasado fronteras y demuestra una vez más lo lejos que está la sociedad, también la occidental, de acabar de normalizar las distintas orientaciones sexuales que existen. En España, por ejemplo, se producen decenas de agresiones homófobas en la calle, y en otros países estos actos incluso van más allá y acaban en la muerte de la víctima.
Es lo que ocurrió hace apenas unas semanas en Irán, donde el joven Alireza Fazeli fue asesinado por tres miembros de su propia familia porque consideraron que su orientación sexual estigmatizaba su honor. El chico, que tenía previsto huir del país junto a su novio, no estuvo a tiempo de cumplir sus planes porque su hermano y dos primos le apalizaron y le cortaron el cuello.
En Letonia, a finales de abril, otro joven homosexual fue asesinado al ser quemado vivo por su orientación. Normunds era un joven de 29 años, activista LGTBI, que murió envuelto en llamas, que es como su compañero de habitación se lo encontró. Aunque intentó salvarle la vida, él también acabó sufriendo algunas quemaduras, pero las heridas del joven eran tan graves que no pudo sobrevivir en el hospital.
Según informaron medios locales, el atacante podría haber sido un vecino de ambos que vivía en el mismo edificio y que ya les había amenazado con anterioridad, unas amenazas que habían llevado a la Policía, pero que se llevaron a cabo con total impunidad.