Pedro era un hombre que no quería despedirse de este mundo sin cumplir su último deseo. Se encontraba en cuidados paliativos y la cuenta atrás amenazaba con no poder llegar a conseguir lo que más deseaba.
El 4 de septiembre, su hija pequeña Ruth iba a contraer matrimonio y toda la familia deseaba que él estuviera presente. Pedro, como padre de la novia, también le hacía ilusión compartir ese momento junto a ella aunque la enfermedad se lo ponía difícil.
Sería la última vez que estaría con la familia y con su hija, y no quería marcharse de este mundo sin verla vestida de novia. Y así fue como finalmente Pedro cumplió su último deseo. Una semana más tarde falleció feliz con la imagen de ese precioso momento todavía en sus retinas.
Pedro cumple su último deseo junto a su hija Ruth
La Ambulancia del Deseo es una fundación ubicada en Murcia. Su objetivo es cumplir los deseos de los pacientes enfermos cuyo tiempo se agota. Esta era la situación por la que pasaba Pedro, ingresado en cuidados paliativos sin poder moverse.
Fue el pasado mes de julio cuando la ONG recibió la petición de su pareja, Pilar. A principios de septiembre, Ruth, la hija pequeña de Pedro se casaba y él deseaba estar presente. Quedaban tres meses todavía, pero el viaje requería mucha preparación.
Pedro se encontraba ingresado en Madrid y debía viajar 600 km hasta Valladolid, donde tendría lugar el enlace. Médicos, técnicos y familiares hicieron todo lo posible para que el viaje pudiera realizarle y cumplir su última voluntad.
Cuando todo estuvo preparado, una ambulancia partió de Murcia rumbo a Madrid. Allí recogió al padre de la novia y lo llevó hasta Valladolid. Pedro estuvo durante todo el fin de semana en la finca donde se celebraba el enlace acompañado por toda la familia.
En primera fila para ver a su hija vestida de novia
Llegó el ansiado momento. Ruth estaba preparada para hacer su entrada en la iglesia donde sabía que su padre la estaba esperando. En primera fila pusieron la camilla donde Pedro, vestido con una camiseta que simulaba un traje, pudo ver llegar a su hija.
En el altar le esperaba Alberto, el emocionado novio que asistía al momento con nervios y feliz por ver a su suegro junto a él. Pedro estaba acompañado en todo momento por la enfermera y el técnico de ambulancia, Mercedes y Miguel Ángel.
Ambos no pudieron contener las lágrimas durante la ceremonia. "Es imposible no emocionarse", confiesa José Manuel, cofundador de la ONG La Ambulancia del Deseo.
Una semana después, Pedro fallecía en la tranquilidad de su hogar. "Parece duro, pero no sabéis la tranquilidad que nos ha dado", explicaba días después Pilar. Saber que se marchó pudiendo cumplir su último deseo y arropado por toda la familia, les ha ayudado a sobrellevar la pena de su ausencia.
Tanto la familia como la ONG hicieron todo lo posible para que Pedro pudiera ver a su hija pequeña vestida de novia. Le acompañaron en el que sería su último día más feliz devolviéndole parte del amor que él les dio durante años.
La Ambulancia del Deseo lleva cumplidos casi 100 deseos por todo el país y continúan emocionándose con cada uno de ellos. Es imposible no arrojar una lágrima cuando se está ante la felicidad más pura en el peor de los momentos.
Por eso, desde la fundación animan a que la gente tenga en cuenta lo mucho que significa un pequeño gesto para quien poco le queda. Todo un equipo de profesionales están ahí para cumplir con los deseos de quienes más lo necesitan.