Niños comiendo en un comedor escolar

Los pediatras piden a los padres que los niños coman en una hora concreta

Según los expertos, comer antes de las 15 horas ayuda al organismo a aprovechar mejor los nutrientes

Niños comiendo en un comedor escolar
Los pediatras piden a los padres que los niños coman en una hora concreta | iStock

En el primer congreso digital del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría (AEP), el doctor Juan José Díaz, ha explicado que los momentos de mayor ingesta de alimentos deberían coincidir con los momentos de mayor luminosidad del día. Por lo tanto, los infantes deberían comer antes de las 15 horas para poder aprovechar mejor los nutrientes. 

«Nutricionalmente, las evidencias indican que podría ser mejor para el organismo que los niños comieran antes de las 15 horas», ha señalado.

Sin embargo, ha recalcado que esto «solo es un aspecto a considerar» y que para tomar la decisión sobre el horario adecuado para el almuerzo se deberán tener en cuenta «otras variables de índole económicas o sociales, tales como la conciliación familiar y profesional, igual de importantes». 

Un estudio donde los participantes buscaban perder peso ha concluido que «los que comían antes de las 15 horas perdían peso con más facilidad que los que hacían la comida después de esa hora», según han explicado los expertos en el congreso. 

Además, han señalado que «antes sí había costumbre de almorzar sobre las 12-13 horas» y que por tanto, ahora «la sociedad española» se ha habituado a comer tarde. 

De esta forma, Juan José Díaz ha sacado a relucir el concepto de crononutrición, un término que hace referencia a la filosofía de que la hora de la comida es tan importante como el «qué» y el «cuánto» se come. 

«La nutrición es un estímulo externo que actúa sobre el 'reloj' del hipotálamo para poner en marcha ritmos circadianos», ha contado el experto. «El organismo aprovecha de forma diferente los nutrientes en función de la hora de la ingesta». 

En este sentido, Díaz ha subrayado que la «leche materna» es un gran ejemplo de crononutrición, ya que la composición de los nutrientes varía en función de la madre, de la hora de la toma o de la edad del niño. 

Así, ha destacado que un estudio que se ha realizado con lactantes de 12 meses ha concluido que aquellos bebés que ingerían el 40 por ciento de las calorías entre las 19 y las 7 horas (comedores nocturnos) tenían una ingesta de energía mayor que aquellos que lo hacían entre las 7 de la mañana y las 19 horas (comedores diurnos).

Asimismo, ha explicado que los comedores nocturnos tienen un mayor riesgo de sobre peso a los 24 meses. «De momento no tenemos evidencias de que esto signifique mayor riesgo futuro de obesidad, que habría que tener estudios a largo plazo, pero sí demuestra la influencia de la luz en la alimentación». 

¿Es importante el horario de las comidas para prevenir la obesidad?

Desde la AEP, han señalado que para prevenir la obesidad y el sobrepeso en los niños deben implicarse tanto la familia como los pediatras y la alimentación del infante deberá estar basada en alimentos saludables como la fruta, la verdura, el pescado y las legumbres. Además de disminuir la comida rápida, las grasas saturadas y las bebidas azucaradas y evitar la bollería industrial y los alimentos ultraprocesados. 

También explican que unas comidas regulares y con un horario establecido, ayudan a evitar picar entre horas y han destacado algunas situaciones en las que se favorece a comer más, como estar solo, aburrido o con pantallas. 

Por esta razón, recomiendan que durante la comida los niños estén completamente centrados en ese acto y no pendientes de otras cosas. Comer en familia, por ejemplo, además de favorecer a la alimentación, también layuda a mejorar la comunicación.