Imagen de recurso de una trabajadora trabajando a distancia desde casa

¿Un impuesto del 5% del sueldo a las personas que teletrabajen?

Se trata de una propuesta que indaga en cómo reconstruir el mundo tras la pandemia del coronavirus

Imagen de recurso de una trabajadora trabajando a distancia desde casa
Proponen un nuevo impuesto del 5% sobre el salario de las personas que teletrabajen | Cedida

La crisis sanitaria y económica que estamos viviendo a nivel mundial por esta nueva y desconocida enfermedad está cambiando nuestra forma de vivir, relacionarnos, e, incluso, de estudiar y trabajar. Ir a la universidad y a la oficina está siendo cada vez más prescindible. De hecho, gran parte de las empresas están optando por el teletrabajo al 100%.

Pero lo cierto es que trabajar desde casa es algo muy novedoso tanto para los trabajadores como para las mismas empresas. Es por eso que cada semana hay nuevos cambios, leyes y estudios que intentan regular esto que acabará siendo nuestro modus vivendi.

5% del salario de los teletrabajadores destinado a los empleados esenciales

Un reciente informe presentado por el servicio de investigación del Deutsche Bank propone un nuevo impuesto del 5% sobre el salario de los trabajadores que pueden realizar su actividad laboral desde casa. Esta parte del sueldo iría destinada a los empleados esenciales, que en muchos casos tienen también salarios menores. El autor principal es el investigador Luke Templeman.

La propuesta indaga en cómo reconstruir el mundo tras la pandemia del coronavirus y aborda las consecuencias del cambio climático al futuro de las ciudades, pasando por la reforma del sistema capitalista, las criptomonedas, la fiscalidad y el mundo laboral.

«Aquellos que pueden trabajar desde casa reciben beneficios financieros directos e indirectos y deberían pagar impuestos para suavizar el proceso de transición para aquellos que han sido ahora desplazados de golpe», argumenta Templeman en su investigación. Bajo su punto de vista, este nuevo impuesto tiene sentido para ayudar a los trabajadores esenciales desde un punto de vista personal y económico.

«Es un reconocimiento a los que asumen el riesgo del Covid-19 por salarios bajos»

«También tiene sentido reconocer a los trabajadores esenciales que asumen el riesgo del coronavirus por salarios bajos. Aquellos que son lo suficientemente afortunados de poder desconectarse de la economía cara a cara se lo deben», asegura este investigador.

Según el estudio de Templeman, difundido por Deutsche Bank, el impuesto del 5% generaría, por ejemplo, unos ingresos extra para el Gobierno estadounidense de 48.000 millones de dólares (unos 40.600 millones de euros).

El autor insiste en que con esa cantidad se podría pagar una ayuda de 1.500 dólares (1.270 euros) a los 29 millones de empleados estadounidenses que deben trabajar de forma presencial y cobran menos de 30.000 dólares (unos 25.400 euros) al año.

El teletrabajo era ya una opción al alza gracias a la extensión de Internet, pero la irrupción de la covid-19 ha alimentado su crecimiento. En Estados Unidos y el Reino Unido en torno a la mitad de la población activa ha trabajado desde sus hogares durante los confinamientos, apunta Templeman.

Los trabajadores a distancia contribuyen menos a la infraestructura de la economía

A juicio del autor, los trabajadores a distancia contribuyen menos a la infraestructura de la economía a la vez que reciben sus beneficios, lo que constituye un gran problema. Además, agrega que quienes trabajan desde su hogar se ahorran los gastos de desplazamientos, comida, ropa y limpieza, aunque reconoce que también hay consecuencias negativas, como un mayor estrés mental o un sistema de trabajo imperfecto.

Templeman, que no cita los costes extraordinarios en términos de electricidad, internet, teléfono y calefacción ni de material de oficina para quienes trabajan desde casa, considera que los costes de teletrabajar palidecen en comparación con los beneficios.

La propuesta tampoco contempla una mayor carga fiscal para las empresas que tienen menos gastos por el trabajo remoto o que se benefician de la menor movilidad de las personas por los confinamientos.

¿Llegará este impuesto a ser una realidad? Y lo más importante, ¿sería eficaz en el sistema económico español? El tiempo y las decisiones políticas expondrán la eficacia de este impuesto y en qué países podría llegar a ser viable.