Se trata, sin duda, de una gran tragedia. Dos jóvenes de la misma familia han perdido la vida en los últimos años y además ha sido en sucesos de lo más repentinos e inesperados para la familia afectada.
Según informa el medio 'El Caso', está familia habría sido víctima de dos trágicos sucesos, uno en 2016 y otro hace apenas unos días. Se trata de una familia de la provincia de Tarragona que ha visto morir ahora a una joven de tan solo 21 años, pero que también tuvo que sufrir la pérdida, hace unos años de un chico de 16 años, ambos eran primos.
Fallecida por mala combustión de un generador
El último de estos sucesos se ha producido este fin de semana, La joven, junto con su novio, habían ido a pasar la noche del viernes al sábado a una masía, propiedad de la familia de ella y allí ocurrió la tragedia.
Al parecer, un generador eléctrico en la masía hizo una mala combustión y eso provocó el fallecimiento de los dos jóvenes. A la mañana siguiente, fueron hallados en la casa sin vida.
Servicios de Emergencias acudieron hasta el lugar para tratar de salvar la vida de los chicos, sin embargo, nada se pudo hacer por reanimarlos. El suceso ha consternado tanto a las familias de ambos como a los vecinos de los pueblos en los que residían, de hecho, se han celebrado ya minutos de silencio para recordar y despedir a los dos jóvenes.
El primo de la fallecida, también murió en 2016, con solo 16 años
Como decíamos, no es la primera desgracia a la que tiene que hacer frente la familia y es que ya en el año 2016 perdieron a otro de los miembros más jóvenes, que por aquel entonces tenía 16 años. Hay que mencionar también que ambos eran primos de la misma edad, pues, de haber vivido, el chico hubiera tenido ahora, como ella, 21 años.
Lo que sucedió con el joven fue especialmente trágico, pues no se trató de un fallecimiento normal. El joven fue hallado sin vida colgado de un árbol. Todo sucedió en enero, un día el padre del chico, tío paterno de la chica también, se presentó en una comisaria de los Mossos para denunciar la desaparición de su hijo.
El chico vivía con sus padres y su hermana y un buen día desapareció sin dejar rastro. La búsqueda de los agentes de los Mossos los llevaron en ese mismo día hasta una zona forestal en el que se halló, por desgracia, el cuerpo sin vida del chico. Tenía una soga al cuello.
No solo esto fue lo raro, sino que, además, más tarde se pudo comprobar que el chico, justo antes de fallecer, se había hecho una foto con su móvil. Por este motivo la policía comenzó barajando la hipótesis de que se tratara de algún tipo de reto o juego viral de los que tan de moda se han puesto últimamente en las redes, sin embargo, no se pudo confirmar.
Así pues, pese a las circunstancias tan raras en las que se había dado la muerte del chico, finalmente los Mossos cerraron el caso, que fue catalogado como una muerte voluntaria. Nunca se hallaron signos de criminalidad, pero tampoco se descubrieron los motivos que podrían haber llevado al joven a quitarse la vida.
La familia, destrozada
Así pues, solo 5 años después de haber perdido a alguien tan joven, la misma familia ha tenido que hacer frente de nuevo al fallecimiento de otra persona, también de muy corta edad.
Ambos eran primos por parte de padre y han dejado a toda una familia hundida, y es que, no debe de ser fácil asimilar la muerte de dos familiares tan jóvenes. Se ha sabido, además, que los abuelos que ambos compartían siguen vivos, y han tenido que ver, en muy pocos años, como sus dos nietos han perdido la vida.