Cada vez falta menos para que los ciudadanos puedan salir a la calle y volver a hacer una vida normal, sin embargo no todos segmentos de la población saldrán de sus casas al mismo tiempo. A pesar de que los mayores serán los últimos en reincorporarse a la vida normal, hay otros criterios que determinarán quienes serán los primeros en disfrutar de la libertad.
Mientras no existe una vacuna para curar o prevenir el Covid-19, muchos ya hablan del pasaporte vírico o sanitario para indicar qué personas están completamente sanas y no suponen un peligro para la propagación del virus.
El pasaporte vírico permitirá conocer quién es inmune al virus y quién no. Gracias a este pasaporte las personas inmunes podrían retomar sus actividades cotidianas, ya que en teoría no podrían contagiar el virus a otras personas.
Tanto es así que Salvador Macip, profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya) asegura que «cuanta más gente sea inmune el virus se propagará peor y el brote será más controlable» y que es necesario que el 50% de la población sea inmune para poder controlar la propagación del virus.
Diversas fuentes aseguran que este pasaporte sería muy efectivo para evitar un posible rebrote a corto plazo en caso de que se comenzase a implementar en la fase en la que se vayan levantando las restricciones.
¿Se implementará en España?
Sin duda, el pasaporte vírico podría salvar miles de vida. En países como China ya se han realizado métodos similares como la lectura de códigos QR para saber si esa persona puede estar circulando por la calle o no. En China, es el ciudadano quién aporta esta información a través de un sencillo cuestionario.
En Europa, tan solo Reino Unido y Alemania se han mostrado a favor del pasaporte vírico, mientras que en España, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, asegura que está totalmente descartado este método para trillar la movilidad de la población. Sin embargo, Castilla y León ya ha anunciado que implementará este pasaporte cuando la pandemia esté controlada.
El profesor Macip, por su parte, afirma que es muy complicado que esto pueda llevarse a cabo debido a que «habría que realizar test serológicos masivos a la población» y hoy por hoy no hay test fiables suficientes.