Una pareja de ancianos jubilados ha pasado a la historia de los sorteos al ganar un bote del Euromillones casi por casualidad, según han anunciado tras enterarse de los resultados del sorteo.
Ellos son Denis y Ann Fawsitt, un matrimonio británico de 80 y 75 años, respectivamente, que lleva mucho tiempo jugando al Euromillones, y siempre con la misma combinación de números, esperando a que algún día les diese suerte. Lo que menos podrían haberse imaginado tras tantos años jugando con los mismos números es que al final iban a ganar el bote, pero que lo harían con una combinación totalmente diferente y por una razón totalmente fortuita.
Los Fawsitt utilizaban las fechas de los cumpleaños de sus familiares para completar siempre su boleto semanal, pero la última vez que fueron a echar el sorteo, Denis se olvidó sus gafas en casa. Intentó elegir los mismos números que él siempre escogía, pero ante la dificultad que estaba teniendo para verlos, decidió darle el boleto a la trabajadora.
No sabemos si por la frustración de haberse dejado las gafas o porque el destino le tenía guardado otro destino, en lugar de decirle los números a la trabajadora para que los marcase y así ellos pudiesen seguir jugando con sus números de siempre, Denis decidió decirle a la trabajadora que los eligiese ella y que le diese «un golpe de suerte», según explica para BBC News.
Lo que seguro que no sabía Denis cuando tomó esa decisión es que eso cambiaría sus vidas para siempre: «Resultó ser una de mis mejores decisiones», admite ahora. A Denis le quedó una extraña sensación cuando se fue del quiosco.
El hecho de haber dejado de jugar sus números habituales podría haberle dejado la idea de que precisamente ahora iban a tocar, un pensamiento con el que conviven miles de personas en todo el mundo cuando se acostumbran a jugar siempre a lo mismo. Al final, el miedo a que toquen esos números justamente la vez que decides no jugar con ellos es lo que lleva a mucha a gente a mantener su tradición, pase lo que pase.
Pero en Denis no provocó ese efecto, sino todo lo contrario. Tuvo la sensación de que «sentía que íbamos a ganar algo grande», y así se lo contó a su mujer Ann cuando le dijo que no había jugado sus números habituales.
La gran noticia llegó al día siguiente, tras celebrarse el sorteo del Euromillones, cuando se dieron cuenta de que habían ganado. Revisaron el boleto una y otra vez, comprobaron que los números premiados eran los mismos que ellos tenían y que habían acertado los cinco números principales y una estrella de la suerte.
Ellos no se lo podían creer, pero acababan de ganar 116.124 libras, lo que equivale a unos 133.000 euros. «Entramos en estado de 'shock'. Después de confirmar que habíamos ganado, brindamos los dos con whisky y jerez», explican en BBC News.
El dinero será para «algunos caprichos» y para su familia
La pregunta evidente en este caso era qué iban a hacer con el dinero, ya que cuando la gente joven gana esta cantidad de dineros se suele invertir en una vivienda, en estudios, viajes o en asegurarse un futuro más cómodo y solvente económicamente hablando. Pero cuando los ganadores son dos jubilados de 75 años, la historia es otra.
En su caso, Denis y Ann han decidido que la mayor parte del premio que han ganado será para su familia: dos hijas y tres nietos. Como buenos padres y abuelos, su mayor deseo es facilitarles la vida, así que su intención es que en los próximos años no les falte de nada.
Aun así, no todo el dinero será para ellos. Hay algo que Denis y Ann sí que quieren hacer y disfrutar para ellos mismos, un capricho personal después de toda una vida de trabajo y cuidando de los demás. El matrimonio quiere renovar completamente el jardín de su casa, comprar una cocina eléctrica y darse el lujo de tener un colchón de espuma, algo que a su edad seguro que les beneficiará enormemente.
«Nos daremos algunos caprichos, pero lo más importante es darle dinero a ellos. Les ayudará más que a nosotros. Cuando esta horrible Covid se haya ido lo celebraremos todos juntos, con una gran fiesta familiar», explicó el matrimonio.