Elizabeth Kerr y Simon O'Brien han protagonizado una boda de película. La pareja británica se ha dado el 'sí, quiero' desde las camas del hospital en el que tuvieron que ser ingresados tras contraer el coronavirus.
Ambos llevaban planeando su boda desde 2019 y habían fijado junio del 2020 para pasar por el altar. Sin embargo, sus planes se vieron truncados con el estallido de la pandemia.
Elizabeth Kerr y Simon O'Brien decidieron posponer su enlace para más adelante, sin llegar a concretar ninguna fecha. Pero a principios de 2021 los dos se contagiaron de coronavirus y tuvieron que ser trasladados a un centro médico por un grave deterioro en sus niveles de oxígeno.
Boda exprés
Los doctores que les atendieron temieron seriamente por la vida de ambos y decidieron organizar una boda exprés en una de las salas del Hospital Universitario de Milton Keynes para que la pareja pudiera cumplir su deseo de darse el 'sí, quiero'.
Elizabet Kerr y Simon O'Brien cumplieron su sueño de pasar por el altar, pero poco después de celebrar su matrimonio, la situación se volvió dramática. El estado de salud de ambos empeoró y a él tuvieron que trasladarlo a la unidad de cuidados intensivos (UCI).
Pese a esto, el destino ha querido que esa no fuera la última vez que se vieran con vida y tras varios días de lucha, Simon O'Brien ha conseguido salir de la UCI y ahora se encuentra recuperándose junto a su esposa.
«Me dijeron que no podríamos casarnos»
Ahora ambos se encuentran estables, pero Elizabeth Kerr vivió aquel día de una forma muy angustiante y es que mientras el personal del hospital se apresuraba en conseguir una licencia de matrimonio, la salud de Simon empeoró.
«Me dijeron que no podríamos casarnos después de todo, porque iban a tener que intubar a Simon y dormirlo», ha explicado a 'ABC Austalia'.
«Pero se retrasaron una hora más. Y él, simplemente, se recuperó en ese tiempo lo suficiente para que nos casaramos». Aunque pudieron darse el 'sí quiero', la pareja no pudo darse el primer beso como matrimonio hasta varios después, cuando él finalmente salió de la UCI.
«Si no nos hubiéramos tenido el uno al otro y no hubiéramos tenido la oportunidad de casarnos, no creo que los dos estuviéramos aquí ahora», ha señalado Elizabeth Kerr, quien también ha querido agradecer al personal del hospital tanto la posibilidad que les han ofrecido de celebrar su enlace como el trabajo que han hecho para salvarles la vida.
Hannah Cannon, una de las enfermeras del hospital de Milton Keynes y testigo del enlace, ha explicado cómo lo vivió el personal sanitario.
«Con mucho trabajo en equipo pudimos darles una boda, no necesariamente una como la que habían planeado inicialmente, pero realmente algo positivo, notable y memorable para que realmente se aferren a ese sueño».
La sanitaria también ha recordado el desgarrador momento en el que tan solo unos segundos después de que la pareja se diera el 'sí quiero', tuvieron que sedar e intubar a Simon.
Boda en el hospital con final trágico
Elizabeth Kerr y Simon O'Brien no han sido los únicos que se han casado en un hospital. Benny Khay y Julia Cox, otra pareja británica, también se dio el 'sí, quiero' en un centro médico.
Ambos se enamoraron jugando a bádminton hace 25 años y desde aquel momento habían pensado en pasar por el altar, pero nunca llegaron a hacerlo.
A principios de enero, él contrajo el virus y tuvo que ser ingresado en el Hospital de Kingston. Su situación era crítica, por lo que los médicos decidieron transformar la UCI, donde el hombre de 85 años estaba hospitalizado, para que la pareja pudiera celebrar su enlace.
Benny Khay y Julia Cox cumplieron su deseo y se casaron. Sin embargo, en esta ocasión la pareja tuvo un final trágico. El hombre falleció unos días después de dar el 'sí quiero'.