La crisis en La Palma empeora. Dos terremotos —uno de los cuales de 4,6 grados— han sacudido esta madrugada la isla y cada vez son más los vecinos que se ven obligados a abandonar sus hogares. De hecho, más de 7.000 vecinos de la isla de La Palma ya han sido desalojados de sus casas, obligándoles a dejar atrás una marabunta imborrable de pertenencias y recuerdos.
Pero el drama no termina aquí, pues el número de edificaciones derruidas supera los 1.800. El programa satelital Copernicus, según una información de Telecinco, ha detectado un total de 1.826 construcciones derruidas por la lava en la isla de La Palma. Es más, a pocos días de cumplir un mes desde que erupcionara el volcán, la lava ya se ha ‘comido’ un total de 736,9 hectáreas, entre las cuales se encontraban casas, comercios, fábricas, iglesias e incluso pueblos enteros. Una catástrofe.
La problemática va más allá. Pues esta noche en La Palma han registrado los mayores seísmos desde de erupción del volcán. Un terremoto de 4,6 grados y otro de 4,5 han sacudido la isla y han desviado el rumbo de la colada. Lo que significa que no se sabe cuál será el impacto y el camino que cogerá a partir de ahora el rio de lava que traviesa la isla desde hace días.
«Verdaderos tsunamis de lava»
Es el gran miedo que tienen los vecinos de La Palma. Según explicó el director técnico provisional del PEVOLCA, Rubén Fernández, ahora el volcán iniciará una nueva fase. En esta se espera que se abra una nueva boca de este y que provoque «verdaderos tsunamis de lava».
Pese a ello, el mismo técnico explicó a ‘Televisión Canaria’ que se trata de un «proceso normal» y que forma parte del «complejo proceso eruptivo» que vive el volcán de La Palma.
Finalmente, cabe destacar que, según explica ’20 minutos’, dicho momento de la fase efusiva traerá la emisión de más lava, pero menos ceniza. Lo que sí que puede provocar son desbordamientos puntuales de magma en el centro emisor.
Cosa que hace directamente que la colada se vuelva todavía más activa e incisiva, y que esta siga avanzando. De hecho, durante la madrugada de este sábado 16 de octubre, la colada ha alcanzado velocidades de hasta 250 metros por hora. Velocidad récord que se ha ido moderando hasta acabar en los 20 o 30 metros por hora.
Los vecinos de La Palma, así mismo, esperan expectantes que llegue de una vez por todas la fase definitiva del volcán. Pues ya más de 7.000 han sido evacuados y muchos de ellos han perdido sus casas.