Monedas y billetes de euros

Paloma, la española que debe 2,6 millones al Fisco por la herencia de su padre

La mujer pide una segunda oportunidad, aunque no podrá disfrutar de la eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD) en Castilla y León

El Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD) sigue siendo motivo de debate en varias comunidades autónomas. Según 'El Español', su eliminación está a punto de ser una realidad en Castilla y León, donde el presidente Alfonso Fernández Mañueco confirmó que su ejecutivo iba a suprimir este tributo en pocos días, lo que significará que todas aquellas personas que reciban una herencia no tendrán que pagar por ella. 

La vida con deudas estratosféricas con el fisco

Una medida que beneficiará entre 5.000 y 15.000 personas, pero también reducirá en 35 millones la recaudación. Eso sí, el mismo presidente ha mencionado a los ciudadanos que se han visto afectados por el tributo hasta ahora, y que seguirán sufriendo sus consecuencias, como deudas millonarias e intereses, porque la eliminación no tiene efectos retroactivos. 

Son muchos los contribuyentes de la comunidad que acumulan deudas muy importantes con Hacienda, que se han acostumbrado a vivir con ellas. Es el caso de Paloma Alonso, de 40 años, que ya acumula una deuda de 2,6 millones de euros. Perdió a sus padres en el año 2004, cuando el ISD en Castilla y León estaba fijado en el 32%. 

«Ni con cinco vidas podría pagar lo que me piden»

Paloma confiesa sentirse «llena de rabia con todo el mundo», tras dieciséis años de problemas, que la han llevado a sentirse «impotente». «Muchas veces pienso en mis hijos, en el futuro que les voy a dejar...», asegura al medio citado. Cuando murió su padre, se encontró de cara con el impuesto de sucesiones, y lo pagó, aunque posteriormente Hacienda le reclamó más dinero. 

Incapaz de abonar los 600.000 euros que se le reclamó, y sumando intereses y multas, Paloma ha llegado a acumular una deuda de 2,6 millones de euros en 17 años, la persona que más debe en toda España, por este tributo. «Ni con cinco vidas podría pagar lo que me piden, me han destrozado la vida. Solo pido una solución, por favor. Los delincuentes tienen derecho a una segunda oportunidad. ¿Por qué yo no?», se pregunta. 

Ella y su madre lo dejaron todo en manos de asesores en el año 2005, cuando ella aún era una estudiante y no era muy consciente del tema. Finalmente pagó 50.000 euros por la herencia, que Hacienda valoró en 2 millones de euros: un piso en Palencia, unas tierras, y un solar que su padre tenía con sus tres hermanos sobre el que acababan de firmar un proyecto para construir viviendas, que finalmente fracasó por la crisis. 

Paloma lamenta que, contra la Administración, es difícil ganar

Hacienda le aplicó la bonificación del 95% por tratarse de un negocio familiar, con lo que saldó el 5% restante con el fisco. Sin embargo, en el año 2007 la Junta de Castilla y León le reclamó 600.000 euros, dejándola sin palabras. «Ya he pagado el impuesto», pensó en ese momento, pero lo cierto es que no era consciente que debía pagarlo sin rebajas, porque al parecer no cumplía con los requisitos para reducir el tributo. 

Desde entonces, Paloma inició una batalla legal para volver a conseguir esa bonificación, llegando incluso al Tribunal Supremo, sin llegar a nada. «Contra la administración es difícil ganar», sostiene la mujer, que también reconoce que jamás habría aceptado la herencia sabiendo todo lo que comportaba. 

Así, en el último año la Junta ha sacado a subasta todas sus posesiones para cubrir su deuda, consiguiendo venderlo todo a un precio diez veces menor del que valoró Hacienda, con lo que todo sigue igual porque no se cubren ni un año de intereses de la mencionada deuda. Eso sí, nunca perdió la esperanza, y se reunió, en representación de la plataforma Stop Sucesiones, con el líder popular, Pablo Casado, que le prometió ayuda.

«Sé que la eliminación del impuesto en Castilla y León es gracias a Casado, pero no me fio de que dure mucho», reconoce Paloma, que también lamenta que ni el presidente Pedro Sánchez ni la ministra María Jesús Montero le hayan hecho caso. «De verdad, yo lo único que quiero es una segunda oportunidad, poder empezar de cero», insiste.