La montaña se ha cobrado la vida de otro español, pero esta vez lejos de nuestro país. El navarro Pablo Patiño Exteondo, de 46 años, falleció la tarde del pasado domingo mientras esquiaba en los Alpes suizos. El fallecido se encontraba de viaje junto a su hermana, su cuñado y un grupo de amigos aficionados al esquí.
Pablo estaba esquiando dentro de la pista cuando de repente tropezó y se salió de forma fatal. Al salirse de la pista se precipitó por una pendiente quedando unos 20 metros por debajo de la pista y muriendo allí mismo. El accidente tuvo lugar sobre las 14:00 horas, y fue originado por causas que aún se están investigando.
Pablo Patiño Exteondo era natural de Barañáin y vecino de San Juan, estaba casado y era padre de una niña. Trabajaba como gerente de la empresa Comercial Norte 5, que se dedica a la distribución de bebidas para la hostelería. Su muerte causó una gran conmoción en Pamplona a medida que empezó a difundirse.
Viaje de ocio con familia y amigos
Pablo viajó a los Alpes suizos en compañía de familiares y amigos. Concretamente, estaba en el centro turístico Zermatt, en la frontera de Suiza con Italia. Se trata de un lugar muy conocido por los esquiadores, ya que cuenta con unas impresionantes instalaciones de nieve y con unas montañas únicas.
El domingo, sobre las dos del mediodía, Pablo inició el descenso por una de las pistas de la estación Hohtälli en dirección a Riffelberg. Por causas que se desconocen se salió de la pista precipitándose por una pendiente de al menos 20 metros. El accidente fue letal, de modo que cuando llegaron las asistencias ya estaba en estado crítico.
Pablo fue atendido por las asistencias sanitarias en el mismo lugar, donde trataron de estabilizarlo. Pero había sufrido lesiones de gran envergadura y murió allí mismo. Hasta el lugar se desplazaron agentes de la policía cantonal, miembros del grupo de rescate y patrulleros de pista.
Consternación por la noticia
El domingo por la noche empezaron a llegar las primeras noticias desde Suiza. El trágico suceso sobrecogió al amplio círculo social al que pertenecía el esquiador fallecido. Sus amigos, consternados por la noticia, le recordaban como “una persona alegre, vital, un buen jefe y una buenísima persona”.
Pablo Patiño estaba casado con una vecina de Arlegui, una localidad situada en la Cendea de Galar, y tienen una hija pequeña. Son una familia muy querida y apreciada en la zona, donde la muerte de Pablo ha sido recibida con especial dureza. Le describen como una persona alegre, abierta y activa.
Pablo estudió en la Universidad Pública de Navarra y era muy conocido por el cargo de responsabilidad que desempeñaba en su empresa. Además era un gran amante del deporte, y había participado en carreras de diferentes disciplinas atléticas. Su otra gran pasión eran los viajes, y había recorrido muchos países.
Tragedia en las montañas españolas
La muerte de Pablo se produce en un mes especialmente complicado en las montañas de España. Sin ir más lejos, hace unos días la estación de esquí de Astún, en Huesca, vivió una semana trágica con la muerte de tres esquiadores. Las autoridades pidieron prudencia públicamente ante la avalancha de accidentes.
El 12 de enero, un chico de 19 años que estaba esquiando fuera de pistas perdió la vida al precipitarse por un barranco. El 14 de enero, en la citada pista aragonesa murió también un esquiador de 71 años que cayó por un barranco. La tercera víctima mortal fue una mujer de 63 años que se salió de la pista mientras esquiaba.