Pablo Jerez Sanjuán tenía 22 años y el sueño de pertenecer al Ejército. Su hermano había escogido el camino de su padre, farmacéutico de profesión, pero él tomó la decisión de seguir su vocación. En 2018 se matriculó en la academia militar del Ejército de Tierra, y ahora estaba realizando el cuarto curso.
Ha sido persiguiendo este sueño cuando el pasado lunes encontró la muerte este cadete de 22 años. Pablo, natural de Gijón y residente en Jaén, se desplomó durante unos ejercicios de adiestramiento en el campo de San Gregorio (Zaragoza). Hay una investigación, aunque todo apunta a un golpe de calor.
La noticia de su prematura muerte ha golpeado duramente a sus compañeros, amigos y familiares. El entorno del militar fallecido les describe como "un ángel" y solo tienen palabras de elogio para él. Podrán despedirse de él en el funeral que tendrá lugar en Jaén, donde residen sus padres y su hermano.
Pablo nació en Gijón y residió en la localidad asturiana durante varios años. Su familia tiene raíces en Jaén, donde volvieron a principios de los 2.000. Allí realizó sus estudios e hizo un gran número de buenas amistades que ahora se encuentran rotos por la temprana pérdida del joven.
Tanto Pablo como su hermano estaban muy vinculados a la comunidad marista de Jaén. Su hermano decidió seguir el camino de su padre y se licenció en Farmacia, pero él tenía claro que quería realizar la carrera militar. El instinto de seguir su vocación le ha costado la vida en un desafortunado incidente.
Sano y sin patologías previas
Pablo Jerez Sanjuán, cadete de 22 años, falleció el lunes por la mañana durante una maniobras en el campo de adiestramiento de San Gregorio (Zaragoza). Estaba realizando unos ejercicios a 34 grados centígrados, y se desplomó. Inicialmente pensaron que podía deberse a un golpe de calor.
Pablo estaba sano y no tenía ninguna patología previa. Además, había pasado los controles médicos protocolarios para entrar en la academia militar. Su muerte ha causado una gran consternación en la Academia Militar de Zaragoza, donde aún no se explican el trágico final del joven cadete.
Pablo ingresó en el Ejército apenas cumplidos los 18 años, después de acabar el bachillerato en un colegio de maristas de Jaén. Estaba realizando el cuarto curso de la enseñanza superior del Ejército de Tierra. Sus compañeros le recuerdan como un joven con gran vocación por servir a las Fuerzas Armadas.
En el momento de morir se encontraba con sus compañeros del III batallón de alumnos del centro. Estaba realizando un ejercicio de instrucción y adiestramiento en la Academia General Militar. Se trata de una actividad habitual para los alféreces cadetes de cuarto curso, un recorrido topográfico por la zona.
Una investigación en curso
Se lo encontraron inconsciente en el suelo durante la realización de las pruebas. Los servicios médicos solo pudieron certificar la muerte del joven, ya que el ataque había sido fulminante. Su cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Aragón, donde por la tarde le practicaron la autopsia.
El análisis forense confirmó que el joven había fallecido por un golpe de calor debido a las altas temperaturas. El militar estuvo expuesto al sol durante un largo intervalo de tiempo. Un golpe de calor es el trastorno producido por el repentino aumento de la temperatura corporal por encima de los 40 grados.
La Academia General Militar hizo un público un comunicado lamentando la muerte de Pablo y trasladando sus condolencias a la familia. El Ministerio de Defensa ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del fallecimiento. Se tomará declaración a los cadetes que participaron en las maniobras.
También tendrán que comparecer los mandos bajo los cuales se realizó la actividad, y que dieron las órdenes para el desarrollo de la misma. Pudieron haber incurrido en una negligencia por haber permitido los ejercicios bajo las altas temperaturas. Por ahora, la investigación sigue en marcha y no hay nada claro.
Segundo militar gijonés fallecido en Aragón
Pablo es el segundo militar de origen gijonés que muere en la Academia Militar en Aragón. En 2009, el soldado de 27 años Iván Castiello fue asesinado por otro compañero en el cuartel de alta montaña de Jaca (Huesca). Dióscar fue condenado a diez años y dos meses de cárcel por homicidio.
Los hechos ocurrieron en diciembre de 2009 cuando el condenado, natural de Venezuela, llegó al cuartel borracho y montando jaleo. Se encaró con dos compañeros, e Iván le pidió que bajara la voz porque estaba durmiendo. Dióscar le apuñaló, y acabó muriendo en el hospital días después.
La tragedia había marcado la vida de este joven, que perdió a su madre siendo muy pequeño y con 17 años a su padre. Se lo encontró muerto en casa tras un accidente. Era el pequeño de tres hermanos de una familia natural de Lavandeira (Gijón), y se había alistado al Ejército con 20 años.