La crispación se ha apoderado de la campaña electoral madrileña, una de las más tensas que se recuerdan en España. Las amenazas de muerte recibidas en las últimas hora por el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha enrarecido aún más el escenario y la cosa ha acabado estallando hoy.
La Cadena Ser reúne esta mañana a los candidatos de los principales partidos en las elecciones del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid. En el debate participan el socialista Ángel Gabilondo, el candidato de Ciudadanos, Edmundo Bal, la de Más Madrid, Mónica García, y los cabeza de lista de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y de Vox, Rocío Monasterio. La presidenta de la comunidad y candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, ha rechazado la invitación para evitar la confrontación.
Pero el debate ha empezado con mal pie. La negativa de Rocío Monasterio a condenar las amenazas de muerte a Pablo Iglesias ha hecho que este abandone el debate. «No es aceptable que cuando el ministro del Interior ha sido amenazado de muerte con cuatro balas la candidata de la ultraderecha no se retracte». Iglesias ha avisado que si no había una condena por parte de la candidata de Vox, abandonaría el debate. Y así ha sido.
Antes, todos los candidatos presentes en el debate habían condenado el acto. Todos, excepto Rocío Monasterio: «Condenamos todo tipo de violencia y le animo a que vaya a una comisaría a denunciar estas amenazas: si usted es tan valiente, se levanta y se va». Una actitud que Iglesias ha considerado más como un desafío que como una condena, y que ha provocado que abandonara el debate electoral.
El candidato de Unidas Podemos tampoco ha querido figurar en la foto de familia del debate por la reiterada de negativa de Vox de expresar una condena clara. En Radio Nacional de España, la candidata de Vox había dicho que «los ciudadanos, cada vez que dice algo Pablo Iglesias, lo ponemos en duda». Una actitud que ha mantenido en la Cadena SER, al insinuar que Pablo Iglesias se inventa las amenazas.
Un sobre con cuatro balas
El candidato de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, recibió ayer un sobre con cuatro balas y un anónimo: «Se te agota tiempo». También recibieron un sobre con amenazas la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska: «Tienes diez días para dimitir».
La candidata de Más Madrid, Mónica García, lo ha considerado «aberrante» y ha criticado la actitud de Rocío Monasterio: «Es deplorable. A Iglesias le han mandado balas, pero ¿de qué se ríe?». También el cabeza de lista de Ciudadanos, Edmundo Bal, ha condenado las amenazas de muerte y ha censurado la actitud de la candidata de Vox. Ángel Gabilondo se ha sumado a la condena y ha pedido a Pablo Iglesias que regrese al debate.
La tensión va a más en unas elecciones marcadas por la igualdad en las encuestas y la rivalidad entre los candidatos. A nadie se le escapa que los resultados del 4 de mayo condicionarán la política en España, y en plena disputa entre la izquierda y el modelo de Ayuso los eslóganes y las salidas de tono se han impuesto a las propuestas políticas.
La campaña de la crispación
Según la última encuesta del CIS publicada ayer, el gobierno de la comunidad está más en el aire que nunca. Los sondeos dibujan un empate técnico entre los dos bloques, el de la izquierda liderado por el PSOE y el de la derecha, con PP y Vox. Todo se decidirá en un puñado de votos, y esto hace que los partidos saquen todo su arsenal a pocos días de las elecciones.
El debate que está teniendo lugar en estos momento en la SER es una buena muestra de ellos. «Pruebe a ser más educada», le ha dicho Ángel Gabilondo a Rocío Monasterio, y esta se ha dirigido con dureza a la candidata de Más Madrid: «Quite esa cara de amargada». La tensión también se dejó notar en el único debate televisivo, que tuvo lugar el miércoles y en el que Pablo Iglesias se dirigió a Ayuso con un «¿de qué se ríe? estamos hablando de fallecidos», y esta se lo devolvió llamándole «mezquino».