Albert Rivera dio el portazo en noviembre de 2019 tras el batacazo electoral de Ciudadanos. Desde entonces, lleva tiempo flirteando con su vuelta a la política, aunque siempre envuelto en el ostracismo. Los últimos movimientos en el PP y del propio Rivera dejan entrever que su vuelta es inminente, y lo hará de la mano de Pablo Casado.
Durante los últimos meses se han intensificado los contactos entre el PP de Pablo Casado y Albert Rivera. Los populares han dado un paso más y acaban de fichar al que fuera el gran fichaje de Ciudadanos para las elecciones de abril de 2019, Marcos de Quinto.
Marcos de Quinto, ex directivo de Coca-Cola, fue de número 2 en las listas de Albert Rivera cuando la formación atravesaba su mejor momento. Abandonó el partido por discrepancias con la nueva líder del partido, Inés Arrimadas, y su llegada ahora al PP de Pablo Casado es un buen reflejo del proceso de absorción que se está llevando en el espacio del centro-derecha. Un proceso cuyo colofón podría ser el fichaje de Albert Rivera.
El pasado lunes, la secretaria general adjunta del PP, Isabel Borrego, difundió un mensaje a los diputados populares sobre la convocatoria de una reunión encabezada por Marcos de Quinto. La sesión, celebrada el miércoles, se enmarca en la iniciativa Ágora Parlamentaria que presenta varias temáticas de actualidad. En este caso, Marcos Quinto dio una charla sobre «Empresa y gestión de talento: lecciones aplicadas a la política».
La aparición de Marcos de Quinto en un foro del Partido Popular es toda una declaración de intenciones. Desde la última crisis abierta en Ciudadanos por la moción de censura en Murcia y la ruptura del gobierno en la Comunidad de Madrid, el PP ha iniciado una estrategia de absorción de cargos de Ciudadanos que podría acabar con la desintegración final del proyecto fundado en 2006 en Cataluña.
Estrategia de absorción de Ciudadanos
Los diputados populares comentaron esta semana que las casualidades en política no existen, y ven el fichaje de Marcos De Quinto como un paso más hacia la absorción completa de Ciudadanos. Anteriormente, el PP ya había encargado al despacho de abogados de Albert Ricera la redacción de los recursos de inconstitucionalidad.
El último paso en ese sentido fue la contratación de Albert Rivera en el Patronato de la Universidad Cisneros. El abogado catalán dirigirá el nuevo Instituto de Liderazgo y Formación Política en el Centro Superior de Enseñanza de la universidad madrileña.
La noticia saltó poco después del intento de moción de censura de Ciudadanos contra el PP en Murcia y el terremoto político que provocó. Luego la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, rompió el gobierno de coalición con Ciudadanos y convocó elecciones anticipadas. En aquellos momentos empezó un trasvase de cargos de la formación naranja hacia el PP, y durante ese proceso se anunció la contratación de Albert Rivera para la universidad en la que Pablo Casado se licenció en 2007.
Albert Rivera tiene ganas de volver
Desde que se fue de Ciudadanos, Albert Rivera nunca ha cerrado la puerta a su regreso. En su entorno aseguran que se aburre, y que lo que de verdad le gustaría es volver a la política. Pero ese regreso no se produciría en ningún caso en Ciudadanos, donde la dirección de Inés Arrimadas sigue ostentando el mando a pesar de la delicada situación. Además, si la formación no entra en la Asamblea de Madrid el 4 de mayo, el proceso de descomposición se podría acelerar hasta la práctica desaparición del partido.
Algunos van más allá y le sitúan como la cabeza pensante del proceso de absorción de las estructuras de Ciudadanos en el PP. Quien sí está detrás de la captación de cargos de Ciudadanos es el ex senador naranja Fran Hervías, que fue secretario de organización con Albert Rivera y que sigue ejerciendo un gran control de las estructuras territoriales. El PP vio en él la pieza clave para fagocitar a Ciudadanos, y junto con el secretario de organización popular, Teodoro García Egea, están llevando todo el proceso.
La sombra de Albert Rivera se extiende cada vez más por la sede de Génova, a pesar de la desconfianza con la que muchos populares ven ese movimiento. En especial el sector más afín al ex presidente Mariano Rajoy, que no olvidan que en las elecciones de abril de 2019 Rivera intentó desbancar al PP del liderazgo de la derecha con lo que consideran una infinita arrogancia. Sin embargo, el sector de casado ve en Albert Rivera la culminación de un proceso para consolidar su posición en el centro-derecha e iniciar su carrera hacia a la Moncloa en las próximas elecciones generales de 2023.