Desde su llegada al trono en 2014, Felipe VI lleva ya unos cuantos discursos de Nochebuena, y otros en situaciones excepcionales para la nación, como la crisis en Cataluña y la emergencia sanitaria del coronavirus. Ninguno le ha tenido tan preocupado como el que pronunciará mañana, 24 de diciembre, a las 21.00 horas.
Su círculo cercano reconoce que el rey Felipe está muy preocupado, incluso más delgado y con ojos cansados. Sabe que las palabras que pronuncie mañana pueden suponer un antes y un después en la difícil situación abierta por los escándalos de su padre.
El vaticinio que lanzó Pablo Iglesias hace unos días ya se está cumpliendo. Porque según el líder de Podemos, tras el discurso de Nochebuena del rey Felipe se abrirá en España un debate en torno a república o monarquía. Aún no ha llegado el momento, pero la expectación ha dejado paso a un intenso debate político sobre el discurso del rey.
Podemos alimentó el debate al pedir al rey Felipe que repruebe públicamente a su padre, el rey emérito Juan Carlos I, por sus escándalos judiciales y fiscales. La formación morada entiende que el silencio le hará cómplice, aunque también han advertido que nada de lo que haga les dejará satisfechos porque «lo que queremos es poder votar al jefe del Estado».
Por su parte, Moncloa también ha pedido al rey Felipe VI que haga una mención a Juan Carlos I. Pero también ha transmitido a la opinión pública su confianza ciega en el monarca, porque «siempre sabe leer muy bien nuestro país». En contra del vaticinio de Pablo Iglesias, el PSOE defiende que el debate entre república o monarquía no existe en España.
Además, en Moncloa creen que una reprobación pública al rey Juan Carlos en el discurso de Navidad cerraría definitivamente cualquier sombra de duda, y allanaría el camino para la ley de reforma de la Corona. Con esta ley, se pretende introducir más transparencia a la institución, adaptarla a los tiempos actuales, y blindarla de cara al futuro.
Peligra la estrategia de Felipe
Los partidos de la oposición cierran filas entorno a la monarquía y recurren a la última encuesta del CIS para recordar que no existe ningún debate en torno a la forma del Estado. Pero en la Zarzuela no lo tienen tan claro, y el círculo más cercano al rey trabajan sin descanso para ajustar hasta el último detalle un discurso que puede ser histórico.
El secretario de la Casa Real, Jaime Alfonsín, y la vicepresidente Carmen Calvo, por parte del Gobierno, son los arquitectos de una estrategia traza en las vísperas de la salida de España de Juan Carlos. Una estrategia que pasar por blindar al rey Felipe y romper cualquier vínculo entre las actividades del padre, Juan Carlos, y las de su hijo, Felipe.
Hasta ahora, la estrategia ha funcionado. Pero el discurso de Nochebuena plantea un gran reto para el monarca. Por un lado, tiene una oportunidad de oro para alejarse definitivamente de su padre. Por otro lado, podría ser visto como una concesión a los sector antimonárquicos, que siguen empeñados en hacerle cargar con los errores de su padre.
Además, en Zarzuela creen que el discurso de Nochebuena del Rey debe ser estrictamente institucional y neutral. Introducir otros elementos polémicos rompería con el espíritu del mensaje y su principal objetivo: transmitir estabilidad y esperanza. «No entrará en ese debate, no será el Rey quien abra ese melón, lo que le faltaba para terminar el año», asegura uno de sus allegados.
Pablo Iglesias advirtió que «ese debate se va a dar en muchas casas, en muchas familias» y que «es algo bueno, siempre positivo que las familias puedan debatir sobre la forma en que nos organizamos políticamente como sociedad». Sea cual sea la decisión final del rey Felipe VI, parece que el vaticinio se ha cumplido. El debate ya está ahí.
Seis discursos, seis polémicas
El rey Felipe VI subió al trono el 19 de junio de 2014 tras la abdicación de su padre Juan Carlos I. Su reinado pretendía traer renovación, transparencia y estabilidad a la institución, pero ha estado lejos de ser un reinado tranquilo. Estos han sido sus discursos hasta ahora.
2014, el su primer discurso
Felipe VI pronunció su primer discurso de Nochebuena en las Navidades de 2014, y estuvo marcado por la sombra de la corrupción que salpicaba a su hermana Cristina e Iñaki Urdangarin en el Caso Nóos. Felipe pidió cortar de raíz la corrupción, y habló de la crisis económica del país y de la división social por el conflicto independentista en Cataluña.
2015, en defensa de la unidad
El de 2015 fue un discurso marcado por las elecciones que tuvieron lugar cuatro días antes y que arrojaron una gran fragmentación. El monarca llamó a la unidad de las diferentes fuerzas políticas. También hubo lugar para la crisis de los refugiados.
2016, un discurso emotivo
El discurso de Felipe en 2016 estuvo centrado en los aspectos sociales, con un tono muy emotivo por el recuerdo a las víctimas de las inundaciones. También concluyó pidiendo respeto a la gente mayor, en los colegios, en el ámbito laboral o en las ideas distintas. Pero el mensaje fue recordado porque TV3 decidió no emitir el mensaje de Nochebuena.
2017, la prueba de fuego
Desde que llegó al trono, 2017 fue su discurso más difícil. Felipe se había metido en política al reprender a los políticos catalanes tras el referéndum del 1 de octubre, y su imagen había quedado muy desgastada. Cuestionado por amplios sectores, Felipe abandonó su tono más ácido para apelar a la serenidad, la estabilidad y el respeto mutuo.
2018, en defensa de la Constitución
En el discurso de 2018, Felipe aprovechó los 40 años de la Constitución para defender la Carta Magna y sus valores, como «base de nuestra libertad y de nuestro progreso». El monarca se dirigió a los jóvenes y pidió respeto a la Constitución. También tuvo palabras de apoyo a las mujeres maltratadas.
2019, un nuevo período
Felipe VI pronunció el último discurso a las puertas de la formación de un nuevo Gobierno en España. El monarca apeló al entendimiento político dentro del respeto a la Constitución, y sin hacer referencia a ninguna formación política, pidió no caer en los extremos ni en la autocomplacencia que silencia nuestra carencias o errores.
2020: coronavirus, ¿y algo más?
Todos dan por sentado que este será el discurso más difícil del monarca. Es previsible que vuelva a llamar a la unidad de todos los españoles para salir juntos de la crisis del coronavirus, y que tenga unas palabras de recuerdo hacia las víctimas. La gran incógnita es si mencionará la figura de su padre, que en agosto abandonó España y amenaza con volver.