Desde que se decretó el nuevo estado de alarma y con él el toque de queda, muchas han sido las ciudades que se han visto perjudicadas por graves disturbios de parte de la ciudadanía que está en contra de las restricciones. Barricadas, locales destrozados, contenedores volcados, unas imágenes vergonzosas que ponen en evidencia la poca responsabilidad y el nulo sentido común de parte de la población.
Pero no todo está perdido, todavía queda algo de esperanza. En medio del comportamiento incívico de algunos jóvenes responsables de los altercados, destaca la figura de Pablo, un joven de 16 años que ha demostrado ser todo un ejemplo a seguir. Este chico vecino de Logroño, se ha estremecido al ver como algunas zonas de su ciudad estaban destrozadas tras los disturbios del pasado sábado 31 de octubre.
Pablo Alcaide se levantó temprano el domingo por la mañana para ir a limpiar el centro de Logroño en compañía de un grupo de amigos a los que convocó para que le echarán una mano. Así pues una veintena de jóvenes se organizaron y se pusieron manos a la obra para limpiar los destrozos que los altercados de la noche anterior habían producido en la ciudad unos 150 radicales, en su mayoría jóvenes también.
La iniciativa de Pablo tenía una razón de peso: su madre es barrendera y está especialmente concienciado con el trabajo tan duro que realiza su progenitora. Además, este joven de 16 años explicaba a Efe que las imágenes de los altercados le parecieron «vergonzosas» y por ello se puso manos a la obra para contactar por las redes sociales con el mayor número de voluntarios para limpiar la ciudad porque «no todos los jóvenes somos iguales. Mi madre es barrendera y yo sé lo que cuesta limpiar la ciudad» señaló Pablo.
Pablo Alcaide, todo un ejemplo de solidaridad
El chaval ha explicado que estaba por la zona cuando comenzaron a producirse los altercados y que decidió irse a casa «porque daba miedo». No fue consciente del alcance de su iniciativa hasta que no vio a un gran número de jóvenes congregarse a la mañana siguiente en el Paseo del Espolón, el lugar más céntrico de Logroño, provistas de mascarillas, guantes, bolsas de basura y escobas.
Después de su actuación, Pablo Alcaide señaló que la ciudad había quedado «bastante limpia» pero que todavía quedaban restos de cristales, bengalas, piedras y toda clase de artilugios empleados por los radicales en las zonas de los contenedores. También lograron recolocar los paneles que de una exposición ubicada en el Paseo del Espolón que fueron dañados durante los disturbios.
La madre de Pablo ha agradecido a su hijo, y al grupo de jóvenes que han ayudado en las labores de limpieza, su esfuerzo. Asegura sentirse «muy orgullosa» de él y señala que no le ha sorprendido su iniciativa porque «le conozco, sé lo bueno que es». «Ha querido algo por mí y por mis compañeros porque sabe que no toda la gente valora la labor y el trabajo de limpieza que desarrollamos todos los días» ha explicado la madre del chaval sobre el trabajo que desempeña como barrendera.
El mensaje de Pedro Sánchez
La labor que Pablo Alcalde ha realizado junto a sus amigos no ha pasado desapercibida ni para los medios de comunicación ni para el presidente del Gobierno. Pedro Sánchez publicaba un mensaje en su cuenta de Twitter dónde les ponía como ejemplo.
«La juventud de nuestro país es esto: generosidad, responsabilidad, compromiso. Valores que nos engrandecen como sociedad» comenzaba escribiendo Sánchez al tiempo que daba las gracias a los jóvenes por su «admirable reacción». «Nuestra fuerza está en poder contar los unos con los otros» ha terminado diciendo.