Hasta ahora, la estrategia del Gobierno de Pedro Sánchez ha consistido en ir aprobando sus medidas de gestión de la crisis sanitaria en el marco del estado de alarma que está vigente desde el 14 de marzo y que se va prorrogando gracias a los votos del principal partido de la oposición. Pero ahora la situación ha dado un vuelco que puede ser definitivo.
«Ya no hace falta». Con esta contundente afirmación, el presidente del PP y líder de la oposición, Pablo Casado, acaba de definir su posición sobre la prórroga del estado de alarma que el Gobierno quiere aprobar esta semana, y que ante el alejamiento de sus socios de legislatura depende de los votos afirmativos de los populares.
Según ha dicho Pablo Casado en una entrevista en Onda Cero, el estado de alarma ya no es necesario para el plan de desescalada, e insta el Gobierno a buscar mecanismos legales alternativos como la Ley de Seguridad Nacional para centralizar el mando único sanitario y social y limitar la movilidad.
Pablo Casado ha sido contundente y ha acusado a Pedro Sánchez de buscar la complicidad de la oposición para imponer sus medidas «ineficaces e incompetentes» de forma unilateral. El líder de los populares, que estos días está sufriendo las tensiones dentro del partido por la división en torno al estado de alarma, dice que con las condiciones que plantea hoy por hoy el Gobierno, el PP votará «no» a la prórroga el miércoles.
Y es que dentro del Partido Popular hay división de opiniones entre los barones territoriales. El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, lidera la corriente de opinión favorable a apoyar la prórroga del estado de alarma en vista de que «no hay un plan B» y con la condición de que Sánchez cuenta más con las comunidades autónomas.
En el lado opuesto está el sector liderado por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, contrario a seguir apoyando las prórrogas del estado de alarma porque «no podemos hablar de vuelta a la normalidad con un mecanismo excepcional en democracia como es el estado de alarma».
Esta es la tesis por la que finalmente se ha decantado Pablo Casado después de escuchar los argumentos a favor y en contra, aunque no ha aclarado si el voto será negativo o se abstendrá en la votación del miércoles en el Congreso de los Diputados.
Según Pablo Casado, el estado de alarma ha sido necesario para evitar el colapso del sistema sanitario pero no tiene sentido que dure más allá de 60 días: «En el momento que el presidente del Gobierno dice que se puede tomar un vermú, tiene poco sentido que se siga pidiendo otra prórroga del estado de alarma».
Durante la entrevista, el líder de la oposición ha pedido también al presidente del Gobierno que desvincule la ampliación de los ERTE y la liquidez de las empresas de una ampliación del estado de alarma para que deje de tomar a los españoles «como rehenes».