El caso Esther López ha dado un nuevo giro en las últimas horas y uno de sus amigos, Óscar, vuelve a estar en el foco de la Guardia Civil. Los investigadores han requisado su coche y lo están analizando en profundidad. Buscan restos de ADN, convencidos de que es el vehículo que atropelló a Esther.
Óscar, vecino de Traspinedo (Valladolid) como Esther, fue la última persona que la vio con vida. Según su primera versión, la dejó en el cruce de La Maña de madrugada porque ella quería seguir de fiesta y él se iba a dormir. La joven estuvo casi un mes desaparecida, y la autopsia reveló que había sido atropellada.
La Guardia Civil tuvo desde el principio tres sospechosos en lista: Ramón, Óscar y Carolo. Las pruebas practicadas exculpan a Ramón y Carolo, y en cambio hay nuevos indicios que apuntan a la culpabilidad de Óscar. Además, el joven ha ofrecido hasta tres versiones distintas con muchas contradicciones.
Quién es Óscar, el eterno sospechoso
Óscar es amigo de Esther y de su hermana, con quien comparte aventuras en la peña de fiestas La Corrupción. Pertenece al círculo íntimo de la víctima e incluso ha estado durmiendo en su casa en varias ocasiones. Óscar tiene 38 años y vive en Valladolid, pero sus padres tienen un chalé en Traspinedo.
Allí precisamente estuvo durmiendo la madrugada del 13 de enero, según explicó, después de haber dejado a Esther en la carretera. El joven tiene dos hermanos y está separado de la mujer con la que tiene una hija pequeña. Los vecinos le definen como un chico alegre, amable y extrovertido.
Les sorprende que Óscar esté en la lista de sospechosos y afirman que es hablador, generoso y con un carácter emprendedor. Junto a su hermana regenta una agencia de viajes que tiene mucho éxito. Es un “vendedor con mucha labia” que sabe ser cercano a la gente y ofrece mucha confianza.
La última persona que la vio con vida
Óscar, Esther y Carolo estuvieron viendo un partido de fútbol y luego recorrieron algunos bares del pueblo. A altas horas de la madrugada se subieron al coche y, según explica, Esther se puso pesada porque quería seguir la fiesta. Él se enfadó con ella y la dejó en la carretera para irse a dormir.
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Lo único que se sabe a partir de ahí es que Esther desapareció y estuvieron buscándola 23 interminables días. Él mismo formó parte de las batidas para encontrar a esta mujer de 35 años que había desaparecido. Pronto su nombre apareció como uno de los principales sospechosos de la desaparición.
A partir de entonces se alejó voluntariamente del ruido mediático y no volvió a aparecer por Traspinedo. Ofreció tres versiones diferentes sobre lo que ocurrió aquella fatídica noche, lo cual ha aumentado las dudas sobre él. En las últimas horas la Guardia Civil ha estrechado el cerco sobre su culpabilidad.
Las tres versiones de Óscar
Según la primera versión, Esther se enfadó porque quería seguir de fiesta y él quería irse a casa a dormir. En una segunda declaración afirmó que se bajó en ese punto de la carretera porque alguien la venía a buscar. Los investigadores pensaron inicialmente que esa persona podría ser Ramón.
Luego ofreció una tercera versión en la que, según Óscar, Esther quería ir a casa del amigo que se acababa de bajar del coche. Pero la Guardia Civil registró las propiedades tanto de Ramón como de Carolo, y no encontraron nada. No hay nada relevante que confirme las versiones contradictorias de Óscar.
La primera versión ya hizo sospechar a los agentes. Se preguntaban por qué había tardado 45 minutos en llegar desde el cruce de La Maña a su casa cuando solo hay unos pocos metros. Sin embargo, la falta de pruebas hasta ahora ha impedido su detención y de momento sigue en calidad de investigado.
Lavó el coche varias veces
El Volkswagen de Óscar está desde el miércoles en la Comandancia de Valladolid, donde está siendo desguazado. Buscan restos genéticos que demuestren la presunta implicación en el atropello mortal de la joven. Hay dos indicios que han llevado a la Guardia Civil a sospechar firmemente de ello.
Un indicio es la saliva de Esther hallada en el maletero del coche de Óscar, y otro es que el joven lavó el coche varias veces los días posteriores. En una primera inspección externa del vehículo, uno de los expertos ya vio cosas extrañas. Creen estar seguros de que es el vehículo que llevan semanas buscando.
Ahora van a sacar pieza por pieza y a buscar a fondo cualquier prueba que pueda acercar a la verdad. Quieren hacerlo poco a poco, sin prisas, conscientes de que pueden estar ante la prueba definitiva que señale al culpable. Mientras, el entorno del sospechoso guarda silencio y los vecinos contienen la respiración.