Óscar Perales y Rosa Galera

Rosa, víctima de un salvaje crimen con 28 años: su asesino sale a la calle

Han concedido un permiso penitenciario al hombre que hace 10 años disparó y degolló a su expareja

Han pasado solo 10 años desde que Óscar Perales disparó y degolló a su pareja, Rosa Galera, en Fines (Almería). Sin embargo, en los próximos días el asesino volverá a pisar la calle gracias a su primer permiso penitenciario. Es un nuevo mazazo para la familia de la víctima, que llevan “diez años sin un día descanso”.

Hace apenas unos meses, la justicia dejó sin efecto la indemnización que el condenado tenía que pagar a la familia. Presentaron un recurso, pero la justicia le dio la razón a él al considerar la responsabilidad extinguida. Ahora intentan a la desesperada frenar la salida de la cárcel del hombre mató a Rosa.

El permiso penitenciario concedido a Óscar Perales le permitirá salir a la calle del 16 al 20 de octubre. Los familiares de Rosa están a la espera de que les notifiquen por escrito si aceptan el recurso contra el permiso. Por ahora, ni siquiera disponen de un informe escrito sobre la salida del asesino de la cárcel.

Fines, el pueblo de Rosa Galera, está en pie de guerra contra lo que consideran una injusticia flagrante. Familiares y vecinos tienen miedo de que el asesino intente volver al pueblo, y sobre todo, que intente ver a su hija. La niña que tenía en común con su víctima tenía 6 años cuando quedó huérfana y ahora, con 16, vive con su tío.

El cruel asesinato de Rosa Galera

El asesino, Óscar Perales, y la víctima, Rosa Galera, habían mantenido una relación y tenían una hija en común. Pero llevaban varios meses separados y, según el relato de la acusación, él tenía la clara finalidad de acabar con la vida de su esposa“. Lo planeó todo, y ejecutó su plan fríamente.

Óscar cogió una pistola de fabricación artesanal y una navaja. Abordó a Rosa cuando esta iba con su coche por el polígono industrial de Fines. Entró en el auto, se sentó en el asiento de copiloto y sacó el arma de fuego de forma sorpresiva sin que la víctima pudiera reaccionar.

Le disparó un tiro en el abdomen que le provocó una abundante hemorragia. Según los resultados de la autopsia, esa herida hubiera sido suficiente para acabar con la vida de la mujer. Sin embargo, con la intención de causarle más dolor, su asesino le cortó el cuello con la navaja.

Con la víctima ya agonizante, el sujeto le hizo un profundo corte en el muslo derecho y efectuó un segundo disparo. En las horas siguientes se notificó la desaparición de Rosa. Su cadáver apareció semienterrado en una cueva, en un lugar aislado de Tabernas.

Un asesino frío y sin escrúpulos

Óscar, un asesino frío y sin escrúpulos, lo tenía todo pensado para deshacerse del cuerpo y eludir la justicia. Después de haber matado a Rosa escondió el cuerpo en el maletero, dejó el coche en otro lugar, se cambió de ropa y fue en busca de su amigo Francisco. 

Este hombre, condenado también por encubridor, le ayudó a buscar herramientas e hizo de lanzadera con su coche por si había algún control policial. Cavaron una zanja en un paraje conocido como Ramblilla de Vacas, en Tabernas. Las armas del crimen nunca fueron halladas.

La Audiencia Provincial de Almería declaró a Óscar Perales culpable de los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas. Fue sentenciado a 20 años y seis meses de cárcel. La familia expresó desde el principio su deseo de que cumpliera la pena máxima.

Indignación y temor

Sin embargo, no ha sido así y la justicia le acaba de dar el primer permiso penitenciario con la mitad de la pena cumplida. La madre de Rosa murió tres años después del crimen. Su padre, que ahora tiene 84 y problemas de memoria, lo va olvidando todo menos su hija.

El ayuntamiento se ha volcado con la familia y ha mostrado su indignación a través de las redes sociales. Lamentan que Rosa murió cuando tenía 28 años y su asesino saldrá a la calle con 45, con una vida por delante. La noticia ha causado indignación en el pueblo de la víctima, pero también mucho miedo.

El crimen de Rosa sigue muy vivo en su pueblo, que le dedicó una escultura con el nombre de Libertad. La figura de Rosa Galera, de cuatro metros de altura y hecha de mármol, preside la entrada del pueblo. La misma entrada por la que dentro de unos días podría aparecer su verdugo, Óscar Perales.