Desde que se inició la pandemia del coronavirus en el mundo se han ido descubriendo poco a poco más detalles sobre el mismo. Cómo afecta a los organismos, cómo se puede frenar, cómo evitarlo, cómo curarlo, etc. Son cuestiones que se han ido resolviendo, aunque no al cien por cien.
Sin embargo, quedaba una cuestión en la que no se habían hecho todavía demasiados avances y es la referente a ¿de dónde surgió el SARS-CoV-2, más conocido como Covid-19?.
Desde hace dos años son muchas las teorías y especulaciones que se han hecho sobre el tema, pese a ello, a día de hoy, todavía no había una teoría clara y del todo fiable.
Sin embargo, sí que es cierto que a medida que avanzan los estudios sobre el virus, que lleva con nosotros más de dos años, se va sabiendo un poquito más. De hecho, recientemente se han publicado unas informaciones que dejan más claro que nunca cuál podría haber sido el origen del Covid.
Los murciélagos, ¿principales culpables?
Una de las hipótesis que más se escuchó desde un primer momento fue la de los murciélagos. Se dijo en su día que estos animales podían ser transmisores de la enfermedad, que habría acabado en los humanos tras un contacto demasiado cercano con esta u otra especie.
Si bien es cierto que nunca se confirmó al cien por cien, ahora un nuevo estudio hace que esta teoría vuelva a convertirse quizás en la más respaldada. Y es que, según una investigación que ha realizado el Instituto Pasteur de París y que se ha presentado en la revista Nature, los coronavirus que sufren los murciélagos pueden llegar a infectar células humanas.
"Nuestros resultados muestran la presencia de virus de murciélago que parecen tener tanto potencial de infectar a humanos como las cepas iniciales de SARS-CoV-2", afirman los investigadores.
Al parecer, tras analizar un total de 645 murciélagos de 46 especies diferentes se llegó a la conclusión de que estos eran portados de una gran variedad de coronavirus. Este dato es el que ya se conocía.
El estudio ha dado algunos datos extras, pero uno más importante que el resto: tres de los coronavirus detectados en los murciélagos están muy estrechamente emparentados con el SARS-CoV-2, es decir, nuestro Covid-19. Comparten algunas secuencias genéticas clave en el desarrollo del virus.
Estos nuevos datos se han hallado en murciélagos de distintas especies que vivían en las cuevas de piedra caliza del sudeste asiático y el sur de China, más concretamente, en el norte de Laos. Ha sido tras analizar restos de su saliva, heces, orina y sangre.
Se descubrió, además, que tres especies distintas de estos murciélagos presentaban estos tres coronavirus muy similares al SARS-CoV-2. Esta aparición del virus en diferentes especies, aseguran los expertos, significa que hay "una posible circulación de virus entre especies que viven en las mismas cuevas". Es decir, el virus es transmisible.
Una de las cosas que no se ha podido descubrir es como este virus, presente en primer lugar en los murciélagos, pudo llegar hasta los humanos. No se sabe todavía si pudo pasar directamente de los murciélagos a las personas o hubo otras especies intermedias.
La OMS ya dejó claro hace meses que la hipótesis más probable es que pudiera haber varios animales intermedios no identificados entre los murciélagos, como fuente de origen del virus, hasta los humanos.
Lo que tampoco queda claro con este estudio es si el virus pudo pasar por el Instituto de Virología de Wuhan como vínculo de unión entre los murciélagos y la especie humana.
Así pues, habrá que esperar todavía para dar un último paso que aclare de una vez por todas el origen real del Covid-19.