La Organización Mundial de la Salud (OMS) defendió el jueves pasado, 12 de noviembre, la necesidad de mantener abiertas las escuelas durante la pandemia de coronavirus y considera que se pueden evitar los confinamientos si se aumentan las medidas de protección.
Queda claro que España está haciendo totalmente lo contrario las recomendaciones de esta Organización y que, por el momento, van a seguir con sus medidas y restricciones impuestas. Eso implica que en algunas CCAA seguirán cerradas las escuelas y universidades y a muchas otras se le añaden los confinamientos, sobre todo, los perimetrales.
«Debemos asegurar la enseñanza de nuestros hijos»
«Debemos asegurar la enseñanza para nuestros hijos», afirmó el director para Europa de la OMS, Hans Kluge, resaltando que los niños y adolescentes no son impulsores principales del contagio y que el cierre de las escuelas no es efectivo.
Lo único que se está consiguiendo es que muchos alumnos se desmotiven, ofusquen e incluso lleguen a dejar sus estudios. La educación es un punto muy valioso, sobre todo en los países europeos y España está dando muchos pasos hacía atrás. Como país y como sociedad, por el momento, seguimos sin estar preparados para estudiar y trabajar al 100% desde casa.
Pero la OMS no ha sido la única que se ha mojado y ha dado la opinión sobre el cierre de escuelas. Por otro lado, UNICEF, en un informe publicado el pasado miércoles, aseguró que «las escuelas no son el principal factor de transmisión en la comunidad» y que «los niños tienen más probabilidades de contraer el virus fuera del entorno escolar», por lo que «los beneficios netos de mantener las escuelas abiertas superan los costos de cerrarlas».
Confinamientos: efectos secundarios como deterioros en la salud mental
Asimismo, durante la comparecencia de la OMS, Kluge apuntó que los confinamientos son «una pérdida de recursos» y que provocan muchos efectos secundarios, como daños en la salud mental o aumento de la violencia de género.
Como bien denunció el director para Europa de la OMS, los aislamientos provocan efectos secundarios, como daños a la salud mental o aumento de la violencia de género. Es por eso que piden a todos los países europeos que eviten los confinamientos lo máximo posible, que inviertan en medidas de seguridad más estrictas y en concienciar a sus poblaciones.
Hans Kluge explicó que si el uso de las mascarillas llegara a superar el 90% entre las personas, no serían necesarios los confinamientos tan estrictos que están viviendo países como España y, nuestro país vecino, Francia.
Las declaraciones de Kluge tuvieron lugar justo después del anuncio por parte de Nueva York en el que se explicaba que la ciudad va a volver a cerrar sus colegios ante el avance de la enfermedad de COVID-19.
La generación perdida: daños irreversibles en educación, nutrición y bienestar
Otra organización que decidió pronunciarse, la agencia de la ONU, alertó de que la crisis del coronavirus amenaza con causar daños irreversibles, concretamente, a la educación, la nutrición y el bienestar de los niños, y advirtió sobre una posible generación perdida. Todas estas consecuencias, según apunta la ONU, las vivirán todos los países, Europa y el resto del mundo.
Como plus a este seguido de declaraciones, el director de emergencias de la OMS, Michael Ryan, aseguró que las vacunas no llegarán a tiempo para erradicar la segunda oleada del coronavirus, y urgió a seguir combatiendo la pandemia con medidas preventivas, pero que no pongan en riesgo nuestra salud. Bastante tenemos con el coronavirus.
Para Ryan las vacunas no son una solución mágica, y los países deberán “subir la cuesta” por el momento sin esa arma tan valiosa y que con tanta urgencia necesitamos.