En Stockton-on-Tees, Reino Unido, Sonia Partirdge, de 35 años, falleció el pasado 18 de noviembre a causa del coronavirus. Era la madre de trece hijos y la familia acababa de recibir un aviso de desahucio por parte de los propietarios de la vivienda donde residen.
La mujer murió la madrugada del martes mientras estaba ingresada en el hospital, dejando a su pareja, Kerry Ann, «sin su columna vertebral».
«Ella era la ama de casa, la base de nuestro hogar. Ella hacía todo el trabajo de cuidar a los pequeños, asegurarse de que la ropa estuviera hecha y estar aquí para los niños cuando querían abrazarla», ha dicho su esposa a 'The Northern Echo'.
Sonia Partirdge padecía problemas de salud subyacentes y solo «pudo decir una o dos palabras» después de que fuera ingresada de urgencia en el Hospital Universitario de North Tees el pasado viernes 14 de noviembre.
«Se cansó demasiado, decidió quitarse la máscara de oxígeno y se fue muy rápido después de eso», ha explicado su esposa luchando contra las lágrimas. «Estábamos con ella cuando falleció».
Las desgarradoras palabras de la pareja de Sonia Partirdge
Tal y como ha informado el medio británico, Kerry Ann, de 40 años, quien actualmente está estudiando para ser partera, le rindió un emotivo homenaje a la fallecida. «Solo queremos que la gente sepa lo increíble que era».
«Le hicieron bullying por ser demasiado grande, pero nos enseñó a todos la confianza para ser quienes queramos y que no nos importe lo que piensa nadie».
«No importa lo difíciles que fueran las cosas para ella, siempre puso a todos los demás primero, y ahora se ha ido». La hija de Sonia, Meera Jo, de 16 años, que vio a su madre en el hospital antes de morir, señaló que «nunca habrá palabras suficientes» para rendirle homenaje.
Las dos mujeres crearon una hermosa familia con sus trece hijos. Sonia tuvo dos biológicos, mientras que Kerry Ann tuvo seis y los otros cinco los tuvieron a través de un donante de esperma.
Para Kerry Ann cuidar de todos los menores ahora sola será una tarea «muy difícil», tal y como lo ha expresado al medio británico. «Veo a los niños más pequeños correr como si nada hubiera cambiado y es muy difícil aceptar que ella nunca los verá crecer», explica con dolor. «Entro en una habitación y espero verla y ella no está allí».
«Ha dejado un enorme agujero en nuestras vidas. Es difícil decirles a los pequeños que se fue con los ángeles y que no volverá a casa», ha dicho completamente desgarrada Kerry Ann.
«Simplemente nos sentimos entumecidos, y otras veces simplemente lloramos y no podemos parar. Y cuando nos reímos ahora se siente mal porque ella no está aquí para reírse con nosotros».
La familia está al borde del desahucio
La mujer de 35 años falleció justo cuando los propietarios del hogar donde residían les acababan de entregar una nota de desahucio.
Kerry Ann ha señalado que ahora su familia «necesita tiempo» para poder hacerle frente a las deudas y por este motivo han organizado una recaudación de fondos para cubrir los gastos del funeral de Sonia y para ayudarles durante el invierno.
Ahora toda la familia está lidiando con la pérdida de la mujer de 35 años y están «haciendo las cosas que harían sentir mejor a Sonia».
Sin embargo, las fechas que se acercan van a ser muy difíciles para ellos, porque «a Sonia le encantaba la Navidad, era su época favorita del año» y siempre puso mucha «magia en todo lo que hacía» para que sus hijos disfrutaran de esta celebración.