El debate del consumo de ibuprofeno para tratar síntomas del coronavirus ya ha llegado a su fin. O por lo menos en lo que respecta a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La polémica saltó hace ya más de un mes cuando el ministro de Sanidad francés, Oliver Verán, alertó a través de Twitter de que la ingesta de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), entre los que se incluye el ibuprofeno, podría agravar los síntomas de los pacientes infectados por el virus.
En un principio, la OMS optó por mantener la precaución y aconsejó el uso del paracetamol en detrimento del ibuprofeno. Sin embargo, tras analizar 75 estudios la organización ha concluido que este tipo de fármacos no aportan ni beneficios ni riesgos a los pacientes infectados por el nuevo coronavirus.
«En la actualidad no hay evidencia de que el uso de los AINE provoque eventos adversos graves, utilización aguda de la atención médica, supervivencia a largo plazo o calidad de vida en pacientes con covid-19», asegura el documento publicado por la OMS.
Revisión de estudios
Para llegar a esta conclusión, la organización de la salud ha llevado a cabo un extenso análisis sobre 75 estudios realizados sobre distintos grupos de edad: 28 realizados en adultos, 46 en niños y uno en ambos grupos.
A pesar de que ninguno de los estudios abordó específicamente el nuevo coronavirus, el SARS o MERS, si fueron realizados en base al estudio de infecciones respiratorias virales agudas o afecciones comúnmente causadas por otros virus respiratorios.
La revisión puso de manifiesto que existe una certeza muy baja sobre la mortalidad entre adultos y niños, así como sobre los posibles efectos adversos que pueden provocar estos fármacos.
La mayoría de los estudios informan de que solo en algunos casos se observaron efectos adversos leves o moderados, por lo que el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico y hemorrágico e infarto de miocardio en adultos no está nada claro.
Además, la OMS ha señalado que existe «poca o ninguna diferencia» entre el ibuprofeno y el paracetamol para tratar a los niños con fiebre, con respecto a los efectos sobre la muerte por todas las causas, hospitalización por cualquier causa, insuficiencia renal aguda y hemorragia gastrointestinal aguda.
Al no encontrarse evidencia directa de pacientes con Covid-19, SARS o MERS, «toda la evidencia incluida debe considerarse evidencia indirecta con respecto al uso de AINE antes o durante el manejo del nuevo coronavirus» ha zanjado la OMS en el informe.