El rápido empeoramiento de la situación epidemiológica en España por los rebrotes ha obligado a algunas comunidades a endurecer las medidas de prevención. Con el fin de cortar los focos de contagio, se ha decretado el uso obligatorio de mascarilla en todo momento, incluso cuando se pueda guardar la distancia social de 1,5 metros.
La relajación de algunos españoles creyendo que las autoridades dan unos días de margen para adaptarse a la nueva norma ha provocado un aluvión de multas. El primer día de entrada en vigor de la medida, los agentes de la autoridad fueron implacables.
Andalucía se unió el pasado lunes a la obligatoriedad de llevar mascarilla y ya son 12 las regiones que lo contemplan. Aragón, Asturias, Cantabria y Navarra se suman esta semana a Cataluña, Baleares, Extremadura, Galicia, La Rioja, Murcia, Andalucía y País Vasco.
Los agentes de la autoridad en estas regiones no están concediendo unos días de gracia hasta que el conjunto de la población tenga conocimiento de la nueva normal. En ese sentido, recuerdan que al principio se hacía pedagogía y se recordaba que la mascarilla es obligatoria.
Transcurridas varias semanas desde que se impuso la mascarilla obligatoria en todo el país, el regreso a esta medida ha conllevado de inmediato sanciones en caso de incumplimiento. Las multas han llegado el mismo día de su entrada en vigor, en algunos casos en tromba.
Los agentes han recibido instrucciones de disminuir las advertencias y los requerimientos, y aumentar el número de las denuncias a aquellos que pretendan alegar desconocimiento de la norma o se muestren insolidarios con su uso. Las autoridades entienden que la situación es crítica y que no hay margen para la adaptación a la nueva medida.
Hasta 100 euros
Además de las situaciones que podrían llegar a ser comprensibles, se tiene en cuenta que en la vía pública se dan en ocasiones situaciones escandalosas de aglomeraciones que pueden favorecer el contagio. La policía centrará las sanciones en el comportamiento de esos infractores sin protección alguna, especialmente los fines de semana.
En cambio, no se pasa por alto que hasta ahora el concepto de no poder mantener la distancia de seguridad, que se había fijado como criterio para que el uso obligatorio de mascarilla, a veces podría ser subjetivo. Unas dudas que ahora no surgen porque es de uso obligado aunque se cumpla la distancia de seguridad.
?Si sales con familia o amigos intenta llevar la mascarilla el mayor tiempo posible.
¿Sabes dónde guardarla cuando te la tengas que quitar?
Te lo contamos.
Más información sobre #COVID19: https://t.co/uq5KU2ijTv#NoLoTiresPorLaBordapic.twitter.com/IBYNmqDLOV— Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) July 15, 2020
Como no todo el mundo está respetando la distancia de seguridad ni el uso de mascarilla, que muchos llevan en el cuello o por debajo de la nariz, la mayoría de las autonomías han dado un paso más y han empezado a poner multas de hasta 100 euros a los infractores.
El repunte de los contagios, el confinamiento en Cataluña y la vuelta a la fase 2 en Zaragoza y Huesca son otros motivos para la fijación de medidas más estrictas. La orden de Sanidad también contemplaba sanciones hasta 600 euros, pero siempre después de apelar a la función pedagógica y como último recurso a la negativa del ciudadano.