Está sucediendo en hospitales de Estados Unidos y aunque al principio eran accidentes aislados los médicos advierten de que están registrando cada vez más casos. Hasta ahora sabíamos que el Coronavirus afectaba sobre todo pacientes mayores y con enfermedades previas, pero ahora el virus está causando daños cerebrales graves en personas de mediana edad.
En concreto, los médicos estadounidenses se están encontrando con casos de apoplejías en pacientes con Covid-19 relativamente jóvenes que no presentaban ni enfermedades previas ni síntomas graves. Ahora, la comunidad médica y científica está centrada en detectar por qué está sucediendo esto con un virus que por otro lado no deja de sorprendernos.
Un ejemplo es el que relata el doctor Thomas Oxley en el «The Washington Post»: un hombre de 44 años, cuyo historial médico no registra uso de medicamentos y que había cumplido la cuarentena a rajatabla, fue ingresado con tras sufrir un ataque cerebrovascular y al hacerle las pruebas le diagnosticaron Covid-19.
Los primeros síntomas fueron dificultades para hablar y parálisis en el lado derecho del cuerpo, pero lo más intrigante es durante la intervención el doctor Oxley vio algo que nunca antes había visto, y es que mientras le sacaba el coágulo se formaban otros coágulos a tiempo real. «Esto es una locura», dijo el neurólogo.
El SARS-CoV-2 está trayendo de cabeza a la comunidad científica por su comportamiento atípico dentro de la familia de los Coronavirus y por su capacidad de sorprender continuamente con nuevos síntomas y formas de actuar. Hasta ahora se creía que era un tipo de neumonía, pero ahora se sabe que ataca a otros órganos.
En algunos casos los coágulos son pequeños y se reabsorben por sí mismos pero en otros casos se producen complicaciones que pueden llevar a un desenlace fatal. Ahora, los tres centros donde se han detectado los cerca de cuarenta casos de apoplejías están cruzando sus datos para analizar la causa de este problema.
Los accidentes cerebrovasculares son una obstrucción de los vasos sanguíneos del cerebro que impiden la llegada de la sangre, y pueden tener causas muy variadas que ahora los médicos tratan de descubrir, desde problemas cardíacos a colesterol. En todo caso, se trata de uno de los problemas cerebrales más graves que, a parte de la muerte, puede dejar secuelas en el habla y los movimientos.
La principal hipótesis es que las apoplejías vienen dadas por problemas en la coagulación de la sangre, que puede afectar a otras partes del cuerpo como por ejemplo el corazón, donde se produce un infarto, y que en el caso del cerebro está provocando estos problemas.
Algunos centros hospitalarias de gran capacidad como el Thomas Jefferson, en Filadelfia, y el Langone Health, en Nueva York, reportan hasta 12 casos de pacientes de menos de 50 años y sin factores de riesgo con grandes coágulos en la cabeza, y los bomberos advierten de que están realizando muchas salidas a domicilios donde se encuentran a personas muertas por ataques repentinos, que podrían tener el mismo origen.