Imagen de una calle de Córdoba

No basta con dos metros: El hallazgo que puede cambiar las medidas de prevención

Los niños y los adultos más bajos tienen mayor riesgo de contagio si se encuentran en la trayectoria de las gotas

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Hasta ahora se ha dado más importancia a la distancia de seguridad que a las mascarillas | Redacción

El mismo día que el Gobierno publica en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el uso obligatorio de mascarillas, sale a la luz una información que puede cambiar todo lo que hasta ahora se seguía como protocolo de prevención ante el Coronavirus. Y es que un  nuevo estudio alerta de la gran distancia que puede recorrer el virus a través del aire.

En concreto, el Instituto Americano de Física ha descubierto que el Coronavirus puede alcanzar los  cinco metros y medio en tan solo cinco segundos con una ligera brisa de 4 kilometros por hora. Además, los investigadores advierten una vez más del gran desconocimiento que existe aún sobre la propagación del virus en el aire.

Y es que, hasta ahora, las autoridades sanitarias siempre habían defendido que la distancia de seguridad (de mínimo dos metros) es más eficaz que la mascarillas, pero según los nuevos datos, la saliva es un fluido complejo que viaja suspendido en una gran cantidad de aire y cuya trayectoria depende de muchos factores, como la cantidad y el tamaño de las gotitas.

Lo que sí deja claro este estudio es que el Coronavirus es capaz de desplazarse a mucha más distancia de lo que se pensaba hasta ahora, y que además todos son susceptibles de contagio, pero los niños y los adultos más bajos podrían estar en mayor riesgo si se encuentran en la trayectoria de las gotas de saliva que viajan.

En este estudio se ha analizado el estado de cada gota de saliva que se mueve por el aire frente a una persona y se han simulado varios factores como la humedad, la  fuerza de dispersión, las interacciones de las moléculas de saliva y el aire, y la conversión de las gotas de líquido a vapor y su evaporación. 

«El propósito de la simulación y el modelado matemático es tener en cuenta todos los mecanismos reales de acoplamiento o interacción que pueden tener lugar entre el flujo del fluido y las gotas de saliva, y entre las gotas de saliva mismas», dice uno de los responsables del estudio de simulación computacional, Tarik Dbouk.

En las últimas semanas se han multiplicado los estudios con simulación computacional, modelos matemáticos y otras tecnologías como los rayos ultravioletas  para descifrar el gran enigma del Coronavirus: su propagación a través del aire.

De momento se ha llegado a conclusiones interesantes, como que no sólo se transmite al toser o al estornudar, sinó también al hablar. Según los investigadores, se necesitan más estudios para determinar el efecto de la temperatura de la superficie del suelo sobre el comportamiento de la saliva en el aire, y examinar los ambiente interiores y factores como el aire acondicionado.

El estudio concluye: «Este trabajo es vital, ya que se refiere a pautas de distancia de salud y seguridad, avanza en la comprensión de la transmisión de enfermedades por el aire y ayuda a formar medidas de precaución basadas en resultados científicos».