¿Qué pasó en el piso donde asesinaron a Pedro Fernández el pasado 10 de julio, en Sabadell? Es la pregunta que durante cinco meses han intentado responder los investigadores, sin demasiado éxito. Ahora, finalmente, han encontrado pruebas más que contundentes para completar el puzzle.
En esta historia hay cuatro nombres: el de Pedro, la víctima, el de Isaac, el autor material del asesinato, y el de las gemelas Pilar y Dolores. Isaac se encuentra en prisión provisional desde su detención. Pero Pilar y Dolores salieron en libertad a pesar de la fundada sospecha de su participación en los hechos.
Ante las nuevas pruebas presentadas por los Mossos d’Esquadra, la jueza ha decretado la prisión provisional para ellas. La investigación concluye que Isaac mató a Pedro y que Pilar y Dolores ayudaron a ocultar. Es más, las evidencias demuestran que los tres fraguaron un plan para acabar con la vida de la víctima.
El crimen de la calle Oporto
La madrugada del sábado 10 de julio de 2021, unos gritos despertaron a los vecinos de un bloque de pisos en la calle Oporto, en Sabadell (Barcelona). Al espiar por la mirilla vieron a Isaac Gil con una pata de cabra en la mano. Detrás suyo había dejado un reguero de sangre y el cadáver de su cuñado Pedro.
Pedro Fernández tenía 55 años, cobraba una pensión por invalidez, estaba separado y vivía en el piso de su actual novia, Dolores. Los investigadores hallaron el cuerpo dentro del inmueble, envuelto con una sábana. Isaac, el agresor identificado por los vecinos, era la pareja de Pilar, hermana de Dolores.
Pero hubo un detalle importante, y es que los vecinos aseguraron a la policía que las dos hermanas estaban en el ajo. No solo no había hecho nada para evitar el crimen, sino que habían ayudado a limpiar las pruebas. Las gemelas declararon ante el juez que todo fue una pelea entre Isaac y Pedro, y quedaron en libertad.
Las pruebas definitivas
El acceso a los teléfonos de los cuatro implicados ha permitido establecer un relato de los hechos. Días antes del crimen, Isaac y las gemelas compartieron decenas de mensajes y de audios de Whatsapp. En ellos queda claro que tenían un plan para matar a Pedro, el novio de Dolores.
El informe señala que las hermanas Vázquez actuaron con sangre fría y decidieron, junto con Isaac, acabar con la vida de Pedro. En uno de los audios, Pilar pregunta a Isaac cómo conseguir cloroformo, “para que Dolores lo duerma y a continuación rematarlo”. En otro plantean la posibilidad de utilizar una pistola eléctrica.
En el análisis forense no se detectó la presencia de cloroformo, ni el uso de ninguna pistola eléctrica. Pero en otro audio sí dejaban claro que utilizarían “una manta” para ocultar el cuerpo, como así sucedió. Además, fijaban la fecha en la que tendría que morir la víctima: “este viernes”, día en el que Pilar cogió fiesta en el trabajo.
Un macabro plan y mucha sangre
A partir de ahí, el plan se desarrolla de forma escrupulosa. Dolores invita a Pedro a dormir en su casa el viernes 10 de julio, tal y como consta en los audios que le mandó ese día. Le pide que esa noche duerma con ella, y se despide con “un besazo enorme, te quiero”.
Estando ya Pedro durmiendo, en calzoncillos en su cama, Isaac irrumpe en la habitación y lo golpea en la cabeza de forma brutal. Más de doce golpes con una herramienta metálica, según el informe forense. A pesar de tener la cabeza destrozada, Pedro pudo incorporarse y huir hasta que fue alcanzado por su agresor en el rellano.
Los agentes de policía, alertados por un vecino, llegaron hasta el lugar y encontraron a Isaac limpiando manchas de sangre. En el suelo y en la pared había restos de masa encefálica, o sea, de cerebro. Isaac se inventó que un vecino se había caído, mientras las hermanas trataban de evitar que entraran en el piso.
Tienen miedo de las gemelas
El reguero de sangre llevó hasta el cadáver de Pedro, hecho por el cual avisaron al Grupo de Homicidios y detuvieron a Isaac y a las gemelas. Desde un primer momento, Pilar y Dolores estuvieron en el foco de los investigadores. Pero quedaron en libertad ante la indignación de los familiares de la víctima.
Marina, la exmujer de Pedro, y la hija que ambos tenían en común, han vivido estos cinco meses con miedo. Temían cruzarse con las gemelas por la calle. El auto de prisión afirma que las hermanas Vázquez “se han enfrentado a la familia y a los vecinos”.
Marina asegura que ella y su hija llevan cinco meses encerradas en casa mientras Pilar y Dolores salían de cañas y de tapas. Según afirma, Dolores las odia y solía llamar a la ex de Pedro para insultarla. Ahora respiran un poco más tranquilas, y han iniciado la lucha legal para que las dos “se pudran en la cárcel”.