Las cámaras de seguridad podían ser vitales para esclarecer la desaparición de Esther López el pasado 12 de enero. Los investigadores confiaban en que las imágenes captadas en una rotonda y en un restaurante pudieran dar alguna pista concluyente.
En teoría, debían mostrar el recorrido que pudo hacer en las últimas horas antes de esfumarse.
Sin embargo, dichos vídeos no se han podido recuperar, según informa OkDiario. De esta manera hay pocas opciones de respaldar la versión facilitada por los dos amigos que estuvieron con ella esa noche. Se trata de Óscar y Carlos, con los que la fallecida estuvo en el bar El Castillo hasta las 02:30 del día que se le perdió la pista.
Varios testigos aseguraron que Esther López se marchó del local en compañía de estas dos personas. Ellos confirmaron que se fueron los tres en el coche de Óscar. El pago con una tarjeta de crédito de uno de ellos es una prueba irrefutable de a qué hora se marcharon.
Hasta ahora se conocía que la penúltima parada del grupo de amigos antes de su desaparición fue en la rotonda del restaurante La Maña. Muy próximo a este lugar tiene una cabaña de madera Carlos. Algunos de sus allegados aseguraban que tenía que volver a su domicilio porque tenía a sus hijos durmiendo.
Este chico reside muy cerca de este establecimiento hostelero, que es propiedad, además, de su familia. Allí había trabajado con regularidad, aunque en estos momentos ya no lo hacía.
Los investigadores trataron de saber si ese instante pudo ser captado por las cámaras de videovigilancia. Ya fueran las de tráfico en la citada rotonda o las del propio bar. Pero se encontraron con que la información de estos aparatos ha resultado inútil.
Al parecer, ambas graban sobre el contenido ya grabado con muy pocas horas de margen. Por lo tanto, si en algún instante captó el coche de Óscar dejando a Carlos en su casa, para seguir el viaje con Esther, todo eso se borró.
Después de conocerse este detalle, no hay ningún dato objetivo que pueda apoyar el testimonio facilitado por los dos chicos. Uno de ellos fue llamado a declarar después de que se descubriera que habían ocultado una parada previa antes del restaurante.
La chica había estado con ellos dos en otro lugar que era desconocido para los agentes. Se trataba de un paraje conocido como Las Bodegas. Algo pudo suceder allí que acabaría marcando el resto de la noche.
Hay muchas incógnitas sobre lo que pudo ocurrir, y más conociendo el fatal desenlace de la historia. Los agentes han vuelto a hacerse con una copia de lo que grabaron las cámaras las horas previas al hallazgo del cuerpo de la joven.
Quieren corroborar la versión que maneja la Guardia Civil, que alguien trasladó el cadáver que fue encontrado el sábado. Aparecía en una cuneta a las afueras de Traspinedo.
Esther López, un caso con muchas dudas
Existen muchas dudas sobre lo que pudo pasar con Esther López el día que desapareció. En cualquier caso, los investigadores se muestran muy optimistas.
La carretera que llega al punto en el que fue hallada cuenta con poco tráfico por la noche y eso facilitaría el rastreo de vehículos. Pero también saben que hay otros caminos para acceder al lugar en el que apareció. Posiblemente, los que trasladaran su cuerpo trataran de esquivar las cámaras.
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Pero los esfuerzos de los agentes no solo se concentran ahí. También hay un gran interés por conocer qué sucedió la noche de la desaparición de Esther López y con quién pasó las últimas horas.