La violencia de género ya se ha cobrado 21 víctimas este 2021 en España. La sangría es más grave desde el final del estado de alarma. Once mujeres han muerto a manos de sus maridos en apenas un mes y medio.
Las estadísticas muestran las víctimas mortales, pero hay muchas otras que sufren la violencia machista en el día a día. Noelia Míguez es una de ellas y ha decidido dar la cara. Su ex pareja le dio una paliza cuando tenía 22 años, y está en la cárcel por ello.
Pero hoy sale a la calle con su primer permiso y ella vive con miedo por lo que le pueda pasar. Aterrorizada, ha recurrido a los medios de comunicación para pedir ayuda. Con su agresor suelto, teme que pueda ir a por ella y acabar lo que intentó aquella noche, hace seis años.
Hoy, Noelia será una más de las miles de mujeres que viven con miedo en España. «Tengo 28 años y no me quiero morir, ni que nadie me mate», asegura. Tiene una orden de alejamiento, pero para ella es solo un papel y no se siente protegida.
La escalada de muertes por violencia de género ha reabierto el debate sobre la urgencia de revisar los protocolos de protección. Muchas mujeres se sienten desamparadas por el sistema. La falta de recursos convierte la vigilancia en un instrumento ineficaz.
La noche que cambió la vida de Noelia
La noche fatídica, su pareja le clavó varias puñaladas de las que aún le quedan las marcas. Las muestra a televisión mientras describe el pánico que tiene. Noelia ha conseguido rehacer su vida, pero a partir de hoy tendrá que convivir en la calle con su agresor.
Su relato es estremecedor: «Aquella noche aprovechó que estábamos durmiendo. No sé si lo hizo por celos o por qué, pero me pegó una paliza». Después de propinarle los golpes, trató de asfixiarla «primero con las manos y luego con una almohada».
Ella opuso resistencia y entonces la apuñaló ocho veces. Noelia muestra los lugares donde el agresor le clavó las tijeras, sobre todo en la parte de la cabeza. Viendo las imágenes y la descripción de los hechos, queda claro que es un milagro que siga viva.
Las secuelas físicas y psicológicas acompañarán a esta joven durante toda su vida. Tiene problemas de audición en un oído y problemas neurológicos. Pero lo peor son las heridas psicológicas: «Fobias, miedo, es un trauma de por vida».
La chica salvó la vida fingiendo estar muerta. Luego pudo denunciar los hechos y su pareja ha pasado seis años en la cárcel. Hoy saldrá a la calle para cumplir su primer permiso, y ella está muerta de miedo porque su casa está a 10 minutos de la suya.
Revisión de los protocolos
La orden de alejamiento o de protección es una medida cautelar para salvar la integridad de las víctimas de violencia machista. Reúne una serie de medidas de amparo para la protección de la víctima. También contempla el sistema de vigilancia integral.
El Viogen (Sistema Integral de Vigilancia de casos de Violencia de Género) es un sistema dependiente del ministerio del Interior. Consiste en el seguimiento de casos de violencia de género y la protección de las víctimas, tanto de las mujeres como de sus hijos.
Estos mecanismos contemplan medidas de protección que van desde la vigilancia exhaustiva en el domicilio de la víctima, hasta el cambio de vivienda y de perfiles en redes sociales. El problema es que muchas veces faltan recursos para ello.
Con los últimos asesinatos, el Gobierno de Pedro Sánchez se ha comprometido a revisar los protocolos. El objetivo es ofrecer una protección efectiva a las víctimas de violencia de género. Que las órdenes de alejamiento como la de Noelia no sean solo un papel