El buque oceanográfico Ángeles Alvariño ha encontrado dos nuevos objetos en el fondo del mar. Se trata de una pista clave para resolver el gran misterio sobre el paradero de Tomás Gimeno. Esto apoya la versión de que el presunto asesino de Anna y Olivia se suicidó.
El periodista canario Antonio Herrero ha desvelado en El Programa de Ana Rosa, en Telecinco, el hallazgo de dos botellas de buceo. Los objetos, del tamaño de un botellín, estaban a 1.500 metros de profundidad en la nueva zona de búsqueda.
Los investigadores valoran muy positivamente este hecho porque les acerca al cuerpo de Tomás Gimeno. Además, avala su teoría de que se quitó la vida después de las niñas. Creen que se lanzó al agua con el cinturón de plomo y las dos botellas.
Esas botellas metálicas desprenden una sustancia tóxica que provoca la muerte indolora, lo que se llama muerte dulce. Esto confirmaría que Tomás Gimeno se quitó la vida en aguas de Tenerife. Su cuerpo tiene que estar, por lo tanto, en algún punto del fondo marino.
Las botellas pueden ayudar también a encontrar el cuerpo del presunto homicida. Porque según ha desvelado el periodista canario, el cadáver no debería estar lejos de los objetos. El buque intensifica ahora sus tareas de búsqueda en esa zona acotada.
El hallazgo se ha producido a 1.500 metros de profundidad y a cinco millas y media de la costa tinerfeña. La Guardia Civil cotejó las facturas y el número de serie. Pudo confirmar que efectivamente las botellas pertenecen a Tomás Gimeno.
La principal hipótesis es que se tiró con el cinturón de plomo y las dos botellas. En un momento dado se desprendió del cinturón. Por eso creen que el cinturón y el cadáver están en dos puntos diferentes, y la principal referencia tienen que ser las botellas.
Otro milagro del Ángeles Alvariño
Según el periodista especializado, el hallazgo de las botellas es otro milagro del Ángeles Alvariño. «Encontrar dos objetos del tamaño de un botellín a 1.500 metros es un milagro, mi mayor reconocimiento para toda la tripulación», ha dicho Antonio Herrero.
El buque oceanográfico Ángeles Alvariño ha vuelto a zarpar esta mañana. Sin embargo, al cabo de un rato ha tenido algunos problemas y ha tenido que parar. La Guardia Civil planea ahora acotar nuevas zonas para seguir con la investigación.
El Ángeles Alvariño, un buque equipado con un sonar y un robot submarino, surca las aguas de la costa tinerfeña desde el 30 de mayo. El día 10 encontró el cadáver de Olivia, la hermana mayor. Ahora se centra en encontrar a Anna y a Tomás.
Preparan el funeral para Olivia
La madre prepara un funeral público para sus hijas Anna y Olivia. No hay fecha, ni hora ni lugar, pero se sabe que será la semana que viene. Beatriz quiere que sea un homenaje a las niñas, habrá autoridades públicas y estará abierto al público.
Los expertos lo ven como un paso importante para que Beatriz Zimmermann pueda ir cerrando el duelo. Aún no ha aparecido el cuerpo de Anna, el bebé de un año. También está a la espera de las conclusiones definitivas de la autopsia de Olivia.
La otra gran incertidumbre para la madre es el paradero de Tomás Gimeno. La ausencia del padre y presunto asesino de las niñas es el principal impedimento para poder cerrar el caso. Hasta que no encuentren a Tomás, no podrá descansar tranquila.