Noé salió de su casa en Córdoba, Argentina, con ánimo de vivir una nueva experiencia. Tenía 21 años, estudiaba una Ingeniería y llevaba una vida envidiable. Trece años después su familia desconoce su paradero, aunque tienen constancia de que malviviría en las calles de Barcelona.
Lo único que tienen es una fotografía tomada por los Mossos d'Esquadra. Su desaparición es todo un misterio, y sus seres queridos están haciendo todo lo posible por encontrarle.
Consideran que Noé "era un bohemio, que buscaba viajar, pero ahora sabemos que necesita ayuda. Nuestro hijo está mal", recoge el diario La Nueva España. Sus padres decidieron instalarse en nuestro país realizando un gran esfuerzo económico.
Les quedan apenas unas semanas para regresar a Argentina. Buscan sin descanso a este chico que ahora tiene 34 años y que podría estar atravesando por una situación delicada tras ingresar en una secta.
"Nuestra última esperanza es vuestra solidaridad, buscando en cualquier rinconcito cualquier indicio que nos lleve a encontrarle", apuntan. Están jubilados y el dinero se les empieza a agotar. En cualquier caso, tienen claro que harán cualquier cosa por localizarle.
En 2007, este argentino decidió darle un giro radical a su vida. Había ingresado en la universidad con unas notas muy destacadas. Era uno de los mejores alumnos de Ingeniería Química.
Pero un buen día se propuso dejarlo todo de lado e iniciar una aventura que le llevaría a recorrer varios destinos. Su objetivo era conocer España, Alemania y Reino Unido. Al parecer, en Londres se unió a una organización que "practicaba el desapego" y le sedujo.
Eso le hizo desaparecer durante cuatro años. Volvería a dar señales de vida en Roma, aunque aquel Noé ya no tenía nada que ver con el que habían conocido. Sus conversaciones eran muy extrañas y sin sentido.
Portaba un móvil de juguete, que mostró a su hermana diciéndole que "esta es mi casa". En aquel momento ya vivía en la calle y se negó a recibir colaboración.
Después de dos años volverían a tener noticias de él nuevamente. Estaba en Barcelona. La Policía les hizo llegar una foto bastante deteriorado, con "la mirada vacía, perdida".
Eso les hizo de nuevo reaccionar y les llevó a desplazarse a España. Se plantearon el objetivo de encontrarlo, al precio que fuera.
La familia del chico recuerda con mucha amargura su paso por Londres. Recaló allí tras un periplo por España y Alemania.
"Se une a un grupo, que no conocemos bien su esencia. Un grupo tirando a hippie, quizá sectario", señalan. A partir de ahí notan como empieza a cambiar por completo.
Noé se encuentra muy desmejorado
Después de mucho indagar, la familia lleva a la conclusión de que Noé se encuentra en España. "Lo último que supimos fue que en 2018 los Mossos lo pararon", apuntan. Carecía de identificación y estaba en la calle.
"Se le sacó una foto, que vimos hace un par de meses donde sale desmejorado, parece verdaderamente otro. Tiene una mirada distraída, está en un estado psicológico deteriorado", explican.
Pese a ser identificado por los agentes, lo dejaron marchar sin pedirle explicaciones. No consta dónde ni cómo fue encontrado. También desconocen el camino que siguió una vez que abandonó las dependencias policiales.
Para dar con el paradero del joven se han apoyado en SOS Desaparecidos. Sospechan que podría estar en Barcelona, aunque sin descartar que viajara a otra ciudad española.
"Por favor, si lo ven, hagan una foto. Acudan a la Policía, porque de eso depende que lo encontremos", suplican sus allegados.
Noé no sabe que su familia le está buscando y que tienen intención de ayudarle. En su momento inició el viaje de manera voluntaria, pero ahora la situación ha cambiado por completo. Su estado, tras pasar por la secta, se ha convertido en preocupante.
"Creemos que tiene un problema psicológico. Por eso difundimos esta imagen, para asistirlo, médicamente sobre todo", relatan.