Se sabía de antemano que la del 2021 no iba a ser una entrada de año como las demás. La pandemia había obligado a tomar decisiones muy duras a los gobiernos autonómicos para la Nochevieja. Por primera vez en décadas no se pudo celebrar la última noche del año todo el ocio nocturno estuvo cerrado y había impuesto un toque de queda nocturno, que según la parte de España en que nos encontráramos, empezaba entre las 22 y las 01:30 horas.
Aun así, el gran temor existente entre los diferentes gobiernos era que se pudieran producir fiestas ilegales a lo largo de la noche. Y la realidad es que los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, aunque han vivido una noche del año más tranquila de lo habitual, sí que han tenido que intervenir para parar algunas de ellas en varias de las capitales españolas.
En Madrid, los servicios de emergencia hablaban de una Nochevieja más tranquila de lo habitual, con la mitad de incidencias que el año. El Samur por ejemplo solo atendía a 8 heridos por agresiones y reyertas, frente a las 25 del año pasado, y 8 por intoxicaciones etílicas cuando en la Nochevieja de 2019 fueron 50.
Aunque no se ha podido evitar que la Policía Municipal tuviera que intervenir en 185 fiestas ilegales en casas. También se ha intervenido en dos locales por exceso del aforo. Ha habido 58 por música alta en domicilios o 123 por el uso de petardos.
La Guardia Urbana de Barcelona no ha informado de la intervención en ninguna fiesta ilegal durante la pasada noche en domicilios. Sí que se detectó una celebración en el vestíbulo de un inmueble con un grupo de 10 personas y un karaoke con unas 22 personas en su interior. Han puesto 112 denuncias por no respetar el toque de queda.
En toda Cataluña los Mosso d'Esquadra si han intervenido en 4 fiestas ilegales. La que más llama la atención, una 'rave', en una nave abandonada de Llinars del Vallès (Barcelona) con 150 personas. Este viernes todavía estaban actuando en la zona, donde había varios vehículos de matrícula extranjera. Se ha sancionado a un hotel de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) por una fiesta fuera del horario permitido, También se ha actuado en una fiesta en una discoteca de Cornellà de Llobregat en otra con 16 personas en una casa de colonias en Esponellà, en Girona.
La Ertzaintza ha tenido que intervenir en varias fiestas ilegales en el País Vasco. Una en hotel de Bilbao, donde hasta 21 personas se han concentrado en 3 habitaciones. Otra en una casa rural de la comarca guipuzcoana de Urola Kosta donde había 20 personas. Otras 40 personas han sido denunciadas por otros incumplimientos de la normativa en sus casas en toda la comunidad. La Guardia Urbana de San Sebastián detectaba 11 fiestas que se celebraban en viviendas y locales y ha denunciado a 11 personas por participar en botellones en la calle.
En la Comunidad Valenciana, hasta 22 locales han sido sancionados por incumplir alguna de las medidas de aforo o sanitarias. Otras grandes ciudades como Valladolid han pasado la noche «sin incidentes fuera de lo normal» explicaban fuentes policiales.
Mientras, muchas otras solo han detectado algunas infracciones como el incumplimiento del uso de las mascarillas o del toque de queda nocturno. En Vigo, por ejemplo, se intervenía en dos botellones y en 28 fiestas por quejas de ruido. Más trabajo tenía la Policía Local de Ibiza que actuaba en doce fiestas privadas en domicilios y tuvo que cerrar dos locales que incumplían las normas. La Policía Nacional también disolvía una fiesta de 9 personas en plena madrugada en las calles del barrio de Camp Redó de Palma.