Gijón está de luto. Un niño de 8 años ha perdido la vida tras sufrir un desafortunado accidente doméstico. El suceso tuvo lugar en la finca San Blas de Mareo, situada en Gijón (Asturias), sobre las seis de la tarde del pasado viernes.
El pequeño falleció en el jardín de su casa después de que una estatua de unos 20 kilos le cayera encima.
El niño perdió la vida mientras jugaba con su hermano y su tía
El niño se encontraba en el jardín de su casa, jugando con su tía y su hermano, de diez años, cuando una escultura del jardín se le cayó encima causándole la muerte. Al parecer, la estatua medía cerca del metro y medio, y estaba situada sobre un pedestal de la misma altura.
El impacto le causó un traumatismo craneoencefálico grave y el pequeño quedó inmóvil, tumbado en el césped.
Hasta el lugar de los hechos, se trasladaron numerosas patrullas de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, junto con dos ambulancias del Servicio de Salud del Principado. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos, los equipos sanitarios no pudieron hacer nada por salvarle la vida al niño.
La familia del pequeño, completamente desolada
“Estamos desolados”, reconocía la familia momentos después del trágico accidente, según recoge El Comercio. La madre del pequeño, María Silva, ha reconocido que los equipos sanitarios intentaron reanimarlo, “pero no fueron capaces”.
La familia sigue impactada con lo sucedido. “Estamos en shock, se apoyó en la estatua y le cayó encima”, señalan al citado medio. María Silva, madre del pequeño, y su pareja, Carla González, se mostraron “abatidas y en shock”, rotas de dolor.
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“Estaba el hermano mayor y el pequeñito quiso jugar con su tía de nueve años. En un momento dado fue a coger una hierba para tirársela jugando a su tía, se apoyó un poco en la estatua y le dio en la cabeza”, relata la madre.
María Silva cuenta que todo ocurrió muy deprisa y los otros niños quedaron en shock tras o sucedido. Aunque los adultos que se encontraban en la finca, como los abuelos del niño, actuaron de forma rápida para auxiliar al pequeño, nada pudieron hacer por salvarle la vida.
La pareja de la madre se encontraba en Galicia cuando ocurrió el accidente, aunque se trasladó de inmediato a Gijón tras lo sucedido. “Es terrible, no puedo decir nada más solo que mi pareja está rota”, señala María Silva, la madre del menor.
La familia había solicitado al propietario de la finca que retirara las esculturas
El pequeño había nacido en Burela, un municipio de Lugo, y ahora estudiaba en el colegio Lloréu, de El Natahoyo (Gijón). La familia, de origen gallego, se había trasladado a Asturias por cuestiones de trabajo.
Así pues, desde hace un tiempo, habían alquilado la finca San Blas de Mareo. Al parecer, la madre había pedido al propietario de la finca retirar las esculturas ante el peligro que estas podían suponer para los menores, pero este la convenció de que las conservara en el jardín.
Tras lo sucedido, se le practicará una autopsia al pequeño en el Instituto de Medicina Legal. La madre del niño, por su parte, ha tenido que recibir asistencia médica por sufrir un ataque de ansiedad tras la tragedia difícil de asimilar.
María Silva fue asistida por un equipo médico que se desplazó a Mareo en ambulancia desde el centro de salud de El Llano. La madre no quiso abandonar la finca donde se encontraba el cuerpo sin vida de su hijo y esperó a que llegara el juez para proceder al levantamiento del cadáver.