Nadie como Beckett Burge, con solo 4 años, ha conseguido poner rostro a la desgracia del cáncer de una forma tan impactante. La foto que protagonizó junto a su hermana apoyado en la taza del váter corrió como la pólvora. En aquel momento, al pequeño le esperaban dos largos años de quimioterapia.
Pues bien, los dos años han pasado y contra todo pronóstico Beckett se ha recuperado del cáncer. Su madre Kaitlin, que colgó la primera foto en Facebook para mostrar la unión entre sus dos hijos, ha colgado ahora una nueva imagen para la esperanza. Beckett posa junto a su hermana sano y sonriendo.
"Cuando nos dijeron que estaba totalmente recuperado, no nos lo podíamos creer, fue muy emocionante", cuenta la orgullosa mamá. "Se acabó, no más quimio, deshaceros de todo", les dijo el oncólogo. Beckett, que ahora tiene 6 años, está aprendiendo ahora a vivir una nueva vida, sin los dolores y las náuseas de la quimio.
Una foto viral: la historia que hay detrás
Facebook se conmocionó hace dos años con la foto que colgó Kaitlin Burge, madre de un niño de 4 años con cáncer. A Beckett le diagnosticaron una leucemia linfoblástica, un tipo de cáncer muy agresivo que ataca a los glóbulos blancos en la médula ósea. Entonces tenía dos años, y empezó una dura batalla contra la enfermedad.
Su mejor apoyo durante aquellos meses fue Aubrey, su hermana un año mayor que le acompañaba a todas partes y le ayudaba en todo. Kaitlin quiso inmortalizar la importancia del amor entre hermanos para superar la adversidad. De ahí nació la foto más desgarradora sobre el cáncer infantil, cuando él tenía 4 años y ella 5.
En la imagen se ve a Beckett muy delgado y sin pelo, apoyado en la taza del inodoro por las dificultades de la quimioterapia. A su lado, como un fiel escudero, está su hermana Aubrey que le pasa su mano por la espalda. "Una cosa que no te dicen del cáncer infantil es que afecta a toda la familia", decía el comentario de la foto.
Historia de un amor fraternal
Kaitlin explicaba en aquella foto que sus dos hijos, con 15 meses de diferencia, pasaron de jugar juntos a sentarse en una fría habitación de hospital. "Los niños necesitan apoyo y unión", añadía, "y no deben mantenerse a distancia de la persona que está enferma". La madre revela lo importante que fue Aubrey para Beckett.
"Ella pasó bastante tiempo a su lado en el baño, mientras él vomitaba. Se quedó con él. Vómitos entre las sesiones de juego. Despertar para vomitar. De pie junto a su hermano y frotándole la espalda cuando enferma", decía en su publicación de Facebook. "Esto es el cáncer infantil", concluía.
El pronóstico para Beckett no era muy alentador, pero dos años después está totalmente recuperado. En la nueva foto que ha colgado Kaitlin en Facebook, el pequeño aparece de nuevo junto a su hermana. Esta vez, los dos aparecen con muy buen aspecto y sonriendo después de haberle ganado la batalla al cáncer juntos.
El antes y el después
La imagen de Becket y Aubrey ha conseguido emocionar de nuevo a los usuarios de las redes sociales. Pero esta vez con un sentido más positivo, porque muestra a los dos hermanos sanos y felices. Beckett está plenamente recuperado del cáncer, y ahora a él y a su hermana les gusta pasar el rato jugando.
"El impacto de Aubrey sobre su hermano ha sido muy importante, y su apoyo le ha ayudado a que él supere esta situación", explica Kaitlin. La madre habla del "vínculo inquebrantable" que han creado entre ellos, y que les ha permitido obrar el milagro. Para el recuerdo queda una foto que ya es historia, y que ayudó a poner rostro a la dureza del cáncer infantil.