En ocho meses que llevamos de pandemia, el Coronavirus ha dado lugar a todo tipo de situaciones inusuales. Pero la que llega desde Inglaterra supera todos los límites: una niña de seis años se ha atragantado con un nugget en el McDonald’s, pero lo más sorprendente es lo que llevaba dentro. Una mascarilla quirúrgica.
El incidente ha ocurrido en la localidad de Aldershot, en Inglaterra. La niña estaba en su casa comiendo unos nuggets que había encargado en un restaurante la conocida cadena de comida rápida. Según su madre, la pequeña se empezó a poner azul.
Laura Arber, la madre de la pequeña, llamada Maggie, ha contado a la prensa británica que su hija empezó a cambiar de color porque se estaba ahogando al tragarse un nugget de pollo que contenía en su interior una mascarilla cocinada. Afortunadamente, su mamá actuó rápidamente y le metió los dedos en la garganta para que pudiera expulsar el cuerpo extraño.
Al vomitar, comrpobó sorprendida como lo que salía de dentro era un nugget de pollo con una mascarilla de color azul cocinada. No sólo eso, sino que pudo ver cómo otro de los nuggets también tenía restos de mascarilla en su interior.
La madre asegura estar indignada. «Mi hija podría haber muerto», dijo de forma tajante. Por eso no se lo pensó dos veces y decidió llamar directamente al local de la cadena McDonald’s donde había ocurrido el incidente. Uno de los empleados se excusó diciendo que los nuggets ya vienen precocinados y que ellos solo los calientan y los sirven.
Una explicación que no convence a Laura, aún sacudida por el susto. Se queja de que no ha recibido ninguna disculpa y que se sorprendió al comprobar que seguían sirviendo los famosos nuggets a pesar del incidente: «Lo peor es que los siguen sirviendo. Antes de irme les pregunté si los van a seguir sirviendo, y así fue».
Las disculpas de la compañía
En cambio, McDonald’s se ha disculpado y ha prometido que va a reforzar el sistema de calidad para evitar nuevos errores de este tipo, que ha calificado como «imperfecciones». Una portavoz de la compañía, por su lado, ha lamentado tener que escuchar esta historia y ha lanzado un mensaje de compromiso con la seguridad.
Según la compañía, «la comida es de crucial importancia para nosotros y ponemos un gran énfasis en el control de calidad siguiendo los estándares rigurosos para evitar imperfecciones». Ha anunciado que revisarán también esos controles.
Finalmente, McDonald’s ha querido lanzar una disculpa pública: «Cuando el asunto llegó a nuestros empleados, nos disculpamos y ofrecimos un reembolso completo. Pedimos a la cliente que devolviese el producto para poder llevar a cabo investigaciones sobre el asunto y aislar el producto afectado».