Una adolescente de 15 años se encuentra actualmente ingresada en un hospital de Madrid después de sufrir un coma etílico. Según ha informado el comisario principal de la Policía Municipal de Madrid, José Luis Morcillo, los hechos ocurrieron el pasado sábado.
La joven se encontraba en el barrio Gran San Blas, del distrito de San Blas-Canillejas de la capital, junto a unos amigos. Al parecer, el grupo de amigos había estado bebiendo, pero se les fue la mano y la chica empezó a encontrarse mal.
La Policía Municipal fue alertada sobre la presencia de una chica en un lamentable estado tumbada en un banco. Según explican, la adolescente se encontraba en un estado semiinconsciente, vomitando y tumbada sobre un banco. El comisario ha relatado que "sus amigos, asustados, se fueron corriendo de allí".
Los agentes que acudieron al lugar de los hechos se dieron cuenta de que el estado de la joven era preocupante. Así, llamaron rápidamente al Samur-Protección Civil, que se trasladó hasta allí para atenderla.
La joven fue estabilizada y trasladada al Hospital Universitario Ramón y Cajal, donde ingresó para ser atendida y fue puesta en observación. Según explica el comisario en Espejo Público, su estado ahora mismo es "grave" y la Policía investiga el caso.
En primer lugar, los agentes están intentando localizar al padre y a la madre de la joven. Quieren saber por qué no están con la chica, que sigue ingresada después de dos días, o cómo se llegó a esta situación.
José Luis Morcillo ha añadido que la Policía actuó en el botellón en el que estaba participando la adolescente. Según explica, se requisaron "bolas de acero, tornillos y tuercas", ya que en el estado en el que iban algunos jóvenes podían ser peligrosas. "Pueden causar la muerte" si se utilizan como armas arrojadizas en mitad de una pelea, por ejemplo.
Las fuerzas de seguridad luchan contra los botellones
Lo cierto es que este tipo de situaciones no es nuevo, pero desde la vuelta a la 'normalidad' post-COVID han aumentado considerablemente. Hace varias semanas que los cuerpos de Policía de las principales ciudades españoles alertan del aumento de los botellones.
La pandemia obligó a poner en punto muerto la vida social de la ciudadanía, o como mínimo algunas actividades. Entre ellas se encontraba el hecho de salir de fiesta y beber, algo muy habitual entre los más jóvenes. Pero con el toque de queda que estuvo presente durante casi todo el año no pudieron hacerlo.
Además, el ocio nocturno también ha estado cerrado durante muchos meses, por lo que a los jóvenes no les quedó otra que el botellón. Recurrieron a esta actividad para salir por la noche y pasarlo bien una vez que ya se podía salir de casa por la noche.
Lo peor de todo es que los jóvenes que están empezando a salir ahora lo hacen por primera vez. Miles y miles de jóvenes que han cumplido 18 años durante la pandemia y que esperaban con ansias la posibilidad de poder salir.
Las consecuencias de todo esto se ven cada fin de semana en las grandes ciudades. En Madrid, por ejemplo, este pasado fin de semana se pusieron 1 122 multas por consumo de alcohol en la vía pública. Según el Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento, 336 se pusieron el viernes; 420 el sábado y 366 el domingo.
Pero la escena se repite en otras ciudades como Barcelona, Valencia, Zaragoza, Bilbao, Sevilla y otras grandes capitales. Las autoridades intentan trabajar para evitar este tipo de situaciones, pero hoy por hoy, las Fuerzas de Seguridad no lo consiguen.
Las esperanzas están puestas ahora en la reapertura del ocio nocturno, que esperan que sea definitiva. Si las discotecas abren, muchos jóvenes abandonarán las calles para irse a bailar donde el consumo de alcohol estará más controlado. Además, el frío por las noches del otoño y el invierno también puede actuar como contención de los botellones en la calle.