Muchas veces, solemos opinar de terceras personas sin ponernos realmente en su piel. Quizás para nosotros sean meras tonterías, pero hay veces en las que algunas frases pueden dañar seriamente la consciencia de la víctima.
Y es que las palabras tienen un poder de persuasión muy grande, que no solo llegan a herir a la otra persona, sino que se pueden quedar grabadas en su alma. Las inseguridades, sumadas a las críticas ajenas, son una combinación explosiva en la mente humana.
Un ejemplo de lo anterior es el caso de Nieves, la jaenesa de 20 años que se suicidó tras varios episodios de acoso el pasado 28 de diciembre.
Las humillaciones acabaron con la vida de Nieves
La joven llevaba más de 6 meses recibiendo acoso público y privado, un auténtico calvario para cualquiera.
El inicio de esta "pesadilla" para Nieves fue cuando varias personas de su pueblo, Navas de San Juan, empezaron a pegar carteles alrededor de todo el municipio sobre su condición sexual. Las calles, las farolas y los parabrisas de los coches estaban llenos de publicaciones donde aparecía su foto con injurias y acusaciones.
Sin embargo, la gota que colmó el vaso ocurrió en el mes de julio del año pasado. Los ciberacosadores llegaron a publicar anuncios en páginas de citas solicitando sexo con el número de teléfono de la jaenesa marcado en la web. Loli, la madre de la víctima, reiteró que "mi hija no nos la va a devolver nadie, pero debe haber, existir y hacerse justicia", refiriéndose a los acosadores.
El teléfono de Nieves no paraba de sonar constantemente y, después de la recomendación hecha por la Guardia Civil, se cambió de teléfono. Esta vez, solo sabrían su número la familia cercana y sus amigos de confianza.
Un auténtico infierno que acabó en suicidio
A pesar de deshacerse de los ataques de la web de citas, el calvario no terminaba para la joven de 20 años. Y es que, según las declaraciones de la madre, una serie de personas se dedicaron a hacérselo pasar realmente mal durante más de medio año.
El siguiente episodio trágico fue culpa de los correos que enviaba alguien que se hacía pasar por ella al secretario del ayuntamiento, donde denunciaba falsos malos tratos de los padres.
Seguidamente, la familia se vio obligada a denunciar tres veces una cuenta de Instagram que le habían creado para reírse de la joven. A través de ella, los ciberacosadores que simulaban ser Nieves, realizaban proposiciones sexuales y amenazaban a personas diciendo que les romperían el coche, y a la mañana siguiente sorprendentemente aparecía roto. Los ataques de ansiedad no cesaban en la jaenesa.
"Sentimos desesperanza", dijo su madre. Las personas que acosaron a la chica de 20 años le habían hecho la vida imposible, tanto que ella misma dijo "Mamá, estoy cansada de vivir", en un arrebato de impotencia.
Nadie se merece un final así
El pasado viernes 7 de enero, la localidad donde residía Nieves, Navas de San Juan, realizó un pequeño homenaje, donde 700 personas acompañaron a la familia de la joven jaenesa.
Ese mismo día, Loli, escribió una carta en primera persona que se encargó de leer otro familiar. En el comunicado, se explica todo el sufrimiento que ha tenido que pasar la chica de 20 años durante mucho tiempo. Insultos, difamaciones, humillaciones, Nieves debió pasar por momentos realmente duros.