Primer plano de Nayra Gatti

El triste final de Nayra, una niña española de 14 años violada y asesinada

Un hombre de 50 años que se suicidió después de entregar su ADN ha sido identificado como el asesino

El macabro asesinato de Nayra, una adolescente española residente en Brasil, acaba de escribir su último episodio. La Policía del Estado de Bahía ha identificado este martes al autor de la violación y homicidio de la joven. Se trata de Renán Oliveira, un hombre de 50 años que se había suicidado.

El sospechoso se quitó la vida un día después de haber entregado las muestras genéticas a la policía. Las pruebas de ADN han confirmado ahora que él fue el responsable de haber agredido sexualmente a la chica, y haberla estrangulado. La policía da por concluida la investigación de un caso que ha conmocionado a la opinión pública.

La noticia obtuvo un mayor eco por la implicación de la actriz mexicana Giselle Itié. La intérprete de series y películas como “Yo soy Betty la Fea” y “Los mercenarios” había mostrado su intención de adoptar a Nayra. Tras conocer la trágica noticia se mostró desolada y afirmó que se sentía culpable.

El crimen de Nayra Gatti

Nayra Gatti vivía con su padre, un jardinero argentino, y su hermana de 6 años en el distrito de Caraiva. Era una niña muy inteligente para su edad y participaba en varias iniciativas humanitarias. Allí conoció a la actriz Giselle Itié, que al ver el estado de abandono de las niñas mostró su intención de adoptarlas.

Foto de la Nayra Gatti
Nayra estuvo 24 horas desaparecida y la encontraron muerta | Cedida

El pasado 10 de diciembre, Nayra desapareció y 24 horas después fue encontrada muerta con signos de estrangulamiento. Además, la autopsia confirmó que la niña había sido violada antes de morir. El crimen se produjo durante el apagón de luz que sufrió toda la región a lo largo de 36 horas.

La adolescente volvía a casa con su padre y su hermana del supermercado cuando de pronto desapareció en una calle oscura. La buscaron durante todo un día hasta que apareció muerta en el margen del río. Su muerte es una más de las muchas tragedias vividas en esa zona especialmente insegura.

Mandó un mensaje antes de ahorcarse

El padre de Nayra afirmó desde un primer momento que el crimen lo tenía que haber cometido un morador de la zona. Primero detuvieron a un sospechoso pero lo dejaron en libertad por falta de pruebas. Luego, todas las miradas se centraron en Renán Oliveira, que se deshizo de sus pertenencias y fue señalado por los vecinos.

Las autoridades le obligaron a entregar una muestra de ADN y un día después se quitó la vida. El Departamento de Policía Técnica corroboró que el material genético hallado en el cuerpo de la joven pertenece a este hombre. Antes de ahorcarse, envió un mensaje de audio en el que negaba ser el autor del crimen.

La coincidencia entre el ADN de Oliveira y el hallado en el cuerpo de Gatti no deja lugar a dudas. La Policía del Estado de Bahía da por concluida la investigación de este caso de violación y asesinato. Renán Oliveira secuestró, violó y estranguló a Nayra, y se quitó la vida al verse acorralado.

La actriz se siente culpable

Nayra era una joven muy inteligente a la que le gustaba leer y que colaboraba con varias ONG de la zona. El destino la unió a la conocida actriz Giselle Itié, para quien la muerte de la adolescente fue un golpe muy duro. “Arrancaron una parte de mí, aún percibiendo que el destino sería ese”, expresó.

Actriz Giselle Itié
Giselle Itié, la actriz mexicana hundida por la muerte de Nayra | Cedida
Foto de Giselle Itié con Nayra
La actriz Giselle Itié quería adoptar a Nayra | Cedida

La actriz denunció el abandono en el que estaba Nayra, al igual que su hermana y otras niñas del entorno. También se siente culpable por no haber llevado a cabo la adopción: “Me callé porque creí en los otros, me embaracé, me desenfoqué y me siento culpable”. Asegura que ahora luchará por Nereida, la hermana de Nayra.

La estrella mexicana pidió ayuda a una ONG que daba asistencia a la familia para adoptar a las niñas, pero con su embarazo la cosa no tiró adelante. Volvió a Río de Janeiro y perdió contacto con las niñas, algo que ahora le hace sentir culpable. Tras el crimen, la justicia ha retirado la custodia de la otra niña al padre.