Gran susto el que se llevó el nadador paralímpico Ariel Schrenck cuando se encontraba nadando en la costa de Gerona en el inicio de sus entrenamientos en el mar tras el parón por la pandemia del coronavirus. Fue en uno de estos primeros ejercicios en el agua cuando fue sorprendido por dos tiburones
En este sentido, el deportista paralímpico vio como, de golpe, dos tiburones empezaron a perseguirle en el agua, con pocas opciones de huir rápido de ellos. El espanto fue enorme, pero, afortunadamente, todo quedó en un susto. «Paré para recuperar aire y vi como mi madre empezaba a gritarme con una loca; en ese momento me entró un pánico terrible en el cuerpo y empecé a nadar como loco», explicó Schrenck en declaraciones al programa ‘Jugones’ de ‘La Sexta’. En este video se puede apreciar la angustiosa escena:
Los padres del nadador estaban en la playa contemplando como entrenaba su hijo, y fueron testigos de toda la escena, mientras que, gracias a sus señales, probablemente hayan salvado a su hijo de un final más negativo en esta historia. «Me concentré en poder gritarle, hacer que saliera del agua; en ese momento, el miedo te invade», afirmó la madre en el mismo programa.
En el preciso instante que aparecieron los tiburones, el nadador se encontraba nadando a unos cien metros de la orilla. «Han sido los cien metros en los que más me he dejado el alma nadando», aseguró Schrenck, que, al llegar a tierra firme, se tumbó en la arena respirando y recuperándose del susto y del gran esfuerzo. Da la casualidad que, precisamente a causa de la ausencia de personas y embarcaciones en las playas por el confinamiento, este tipo de animales se están acercando mucho a la costa.