Familiares y amigos de Pablo Sierra están devastados por la muerte del joven de 21 años en las aguas del Guadiana, en Badajoz. Tienen el consuelo de haber podido recuperar su cuerpo, y la tranquilidad de saber que no fue asesinado. La autopsia revela la causa de la muerte, pero lo importante está en las cámaras de seguridad.
Así lo ha desvelado el especialista en sucesos Nacho Abad, según el cual Pablo se hallaba muy perjudicado por el alcohol “y algo más”. Esto avalaría la tesis inicial de que el joven se desorientó después de salir de la discoteca, y no supo volver a casa. Y explicaría también por qué había sangre en su teléfono móvil.
Según el experto, las cámaras muestran cómo “se pega varios tortazos por la calle”. Esto habría provocado el sangrado, “habría salpicado la mano y de la mano al teléfono o la camisa”. Las imágenes descartan definitivamente la hipótesis de un asesinato.
Por qué tardaron tanto en encontrarlo
Nacho Abad intervino en el programa Fin de Semana de la cadena Cope junto al doctor Gaona. Ambos revelaron novedades sobre la muerte de Pablo Sierra, el estudiante de Medicina fallecido en Badajoz tras quince días desaparecido. El chico fue visto por última vez en una zona de ocio y bares.
La policía trabaja con la hipótesis de que quería volver a la residencia para dormir pero se desorientó y acabó en el río. “Cuando el cuerpo cae al agua y se sumerge, dependiendo de las temperaturas, genera gases y termina subiendo”, explica el colaborador, “por lo que cuando hace frío tarda más tiempo”.
El móvil de Pablo lo encontraron horas después de desaparecer con manchas de sangre fresca. Pero el cuerpo no apareció hasta dos semanas después, el pasado viernes a las diez de la mañana. “Hay una planta invasora en el Guadiana que impedía la visibilidad, y aunque los policías agitaban el suelo no aparecía”, señala Abad.
La clave está en las imágenes
Durante días, los investigadores se dedicaron a reconstruir los últimos pasos del joven con la posición de su móvil y las cámaras de seguridad. Y según Nacho Abad, la clave sobre los motivos de la muerte están precisamente en esas imágenes. En ellas aprecia, según dice, el estado de embriaguez.
“Salió muy perjudicado del bar, hasta el punto que tuvo que acompañarle un amigo la mitad del camino, y no me refiero a alcohol solo, esa es la sospecha”, dice Nacho Abad. El doctor Gaona añade que “de hecho tropezó con un chico”. Sus fuentes revelan que el chico se dio varios tortazos andando por la calle.
“Si te das un golpe en la nariz es uno de los lugares donde más sangras”, cuenta Abad. Y el doctor Gaona añade que “la cara está sumamente vascularizada, lo cual se conoce como epistasis”. La hipótesis es que se taponó los orificios nasales para controlar la hemorragia y que luego tocó el móvil, manchándolo de sangre.
Sus últimos instantes con vida
Siempre según las fuentes del colaborador, “las cámaras le tienen localizado hasta las cinco de la mañana”. El joven iba solo, pero “su nivel de conciencia es bajo y se pierde, no sabe dónde está, no se entera”. Los investigadores creen que “apoyó el teléfono junto al río para bañarse por una falsa sensación de calor, y se ahogó”.
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Esta última parte es solo una especulación, “porque nunca se va a poder saber con exactitud”. El alcohol da una falsa sensación de calor y produce deshidratación, motivo por el cual las suposiciones son plausibles. Más allá de los detalles, todas las pruebas avalan la teoría de que Pablo murió por un fatal accidente.
La otra duda a despejar es si Pablo tomó drogas además del alcohol, pero será difícil de comprobar. Según el experto, “apenas queda rastro si se ha tomado algún tipo de sustancia”. Y además, “hay que tener en cuenta que la principal droga que produce amnesia es el alcohol”.