Aprovechando la operación salida y el comienzo de las vacaciones, la DGT estará muy atenta al tráfico durante los próximos días. Hasta el 8 de agosto se prolongará la campaña de control de consumo de alcohol y drogas al volante. A modo disuasorio advierten de fuertes multas y sanciones que incluyen penas de prisión.
En este comienzo de agosto Tráfico intensificará sus controles para detectar cualquier tipo de conducta peligrosa. Se prevén millones de desplazamientos por todo el territorio nacional. Los agentes le podrán especial interés a las pruebas de alcoholemia y estupefacientes.
El positivo en estos controles pueden acarrear multas de 1000 euros y la pérdida de hasta seis puntos. En el caso de que la tasa resulte demasiado elevada se puede incurrir en un delito penal que sería sancionado con pena de cárcel.
El consumo de estas sustancias está detrás de casi la mitad de los fallecidos en las carreteras españoles en 2020. De los 597 conductores que perdieron la vida en accidente de tráfico y que fueron sometidos a análisis toxicológicos, 291 dieron positivo. Ya sea por drogas, alcohol o psicofármacos.
Representan un 3,2% más que en el ejercicio anterior. Desde la DGT trabajan para que se reduzca de manera drástica el número de muertes al volante.
En la campaña que se realizó en Andalucía en junio se controló a 27 798 conductores, con 26 916 test de alcohol. Dieron positivo 333 personas, que suponen el 1,24%.
El 83,7% fueron detectados en controles preventivos, el 9% tras cometer una infracción, el 5,7% por su implicación en un siniestro. Por su parte, el 1,5% fue sancionado por tener importantes síntomas de haber bebido.
Más controles de Tráfico a cualquier hora y en cualquier carretera
En lo que se refiere a las pruebas de drogas, de las 883 que se hicieron, 370 dieron un resultado positivo. Las sustancias más consumidas suelen ser el cannabis, con 287 casos; la cocaína, con 128; y las anfetaminas, con 41.
Hasta el 8 de agosto, aquellos que vayan a circular por las carreteras españoles deben saber que estarán vigilados con lupa. Hay intención por parte de la Guardia Civil de fijar distintos puntos de control a cualquier hora del día. No solo se centrarán en autovías y autopistas, también lo harán sobre vías secundarias.
Para combatir esta lacra, la DGT contará con la colaboración de los ayuntamientos. Son conscientes de que el consumo de bebidas y drogas se incrementa durante los fines de semana, sobre todo en ciertas zonas urbanas. Buscan atajar que la gente se suba al coche después de haber ingerido alcohol u otras sustancias.
Emplearán la normativa legal para sancionar a aquellos que conduzcan bajo los efectos de drogas y alcohol. Entienden que se ponen en juego muchas vidas, tanto del que comete la infracción, como la del resto de conductores.
Hay que recordar que la tasa máxima de alcoholemia se sitúa en 0,25 mg/l en aire espirado y 0,5 g/l en sangre. Para los noveles y profesionales esta cifra se reduce a 0,15 mg/ en aire espirado y 0,3 g/l en sangre.
En el caso de rebasar estos límites, los conductores se expondrán a una sanción. Puede ser muy elevada si la cifra rebasada resulta muy grave.
La mayoría de positivos suelen saldarse con multas de 500 o 1000 euros y la pérdida de entre cuatro y seis puntos. Superar los 0,6 mg/l puede acarrear penas de prisión de 3 a 6 meses o entre 30 y 90 días de trabajos comunitarios.
En función de la gravedad del delito, el conductor podría quedar privado de su derecho a conducir en un periodo de 1 a 4 años.