La mujer que en febrero de 2019 secuestró un bebé recién nacido del Hospital Universitario de Guadalajara ha declarado este martes que no sabe por qué lo hizo y ha afirmado que asume y acepta las consecuencias.
Así lo ha señalado durante el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Guadalajara y en el que la Fiscalía de Guadalajara solicita una pena de cinco años y nueve meses de cárcel por un delito de detención ilegal agravado por realizarlo con simulación de autoridad o función pública, al hacerse pasar por una pediatra, y por ser la víctima un menor de edad.
La acusada ha declarado que las imágenes de lo ocurrido que tiene en su cabeza es lo que ha visto en televisión y ha asegurado que no recuerda ni a los padres ni cuando estuvo en el Hospital, solo cuando fue a la farmacia y el momento en el que llegó la Policía Nacional a su casa.
«Es como si mi cabeza hubiera borrado lo que hice desde que fui al Hospital hasta que llegó la Policía», ha señalado a la fiscal.
Preguntada por su defensa sobre si era consciente de lo que hacía cuando se llevó al niño, la acusada ha contestado: «Creo que no, que nadie es capaz de actuar así. Yo asumo las consecuencias y las acepto».
Según el escrito fiscal, la mujer se hizo pasar por una pediatra para llevarse al bebé de la habitación, con el argumento de que iba a practicarle una prueba médica y se lo llevó del hospital.
El bebé, un varón de apenas tres días de vida, que no sufrió ningún daño durante las tres horas del secuestro, fue entregado en buen estado de salud a sus padres.