La gran incógnita que plantea ahora mismo la pandemia del Coronavirus es cómo llegaremos al invierno. La nueva normalidad ha demostrado que el virus ha perdido letalidad pero aumenta su capacidad de contagio, y la gran preocupación de los expertos es que la llegada del invierno provoque lo que muchos llaman la «tormenta perfecta».
Su previsión parte de que los sistemas sanitarios se saturan con la llegada del invierno. El asma, los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares tienden a aumentar con el frío, y algunas enfermedades infecciosas se propagan más fácilmente.
Todo ello se une a la pandemia por coronavirus, que puede llevar a un colapso del sistema. Los expertos que hablan de esa tormenta perfecta apuntan que el repunte de enero y febrero podría ser más grave que la primera oleada de Covid-19.
Según los expertos, si hace frío la gente pasa más tiempo en el interior, con menos ventilación, y se usa más el coche y el transporte público. Estas son las condiciones idóneas para que el coronavirus se transmita más fácilmente, a diferencia de la situación actual en la que el calor fomenta que la gente pase más tiempo en espacios abiertos.
Los especialistas señalan también que rastrear los casos de Covid-19 será más complicado en invierno porque sus síntomas, a veces, se pueden confundir con una gripe o con síntomas respiratorios. A todo esto se unirá el cansancio del personal sanitaria, que llega extenuado después de haber luchado contra un virus desconocido en la primera oleada.
El peor escenario
La Academia de Ciencias Médicas del Reino Unido ha descrito un escenario peor de los que se esperaban para este invierno: la tormenta perfecta. El número de muertes hospitalarias por Covid-19 entre septiembre de 2020 y junio de 2021 en el Reino Unido, según sus cálculos, podría llegar a 119.000.
Esto es más del doble de las 45.000 muertes que han experimentado hasta ahora los británicos. Esta cifra, explica la CNN, no incluye posibles muertes en residencias, que han representado el 30% de las muertes en Inglaterra. «Necesitamos hacer todo lo posible para mantenernos saludables este invierno y se debe dar prioridad a las personas más vulnerables», dice Stephen Holgate, profesor clínico del Consejo de Investigación Médica.
En su opinión, «tenemos estos tres meses donde las cosas están mejorando. Esta es una oportunidad para ayudarnos a preparar para lo peor que el invierno puede traer». No obstante, hay una serie de consejos que la gente puede seguir, además de usar la mascarilla y mantener la higiene de las manos, concluye.
La convergencia de la gripe, de otros síndromes respiratorios y del Coronavirus hace temer el peor escenario. Ante esto, los sanitarios advierten de que no se están destinando recursos a la atención primaria y aseguran que, si seguimos así, llegaremos al otoño sin estar preparados. Ante esto se apela a la responsabilidad de las personas pero también a la eficacia de las instituciones.