Erika, de 37 años, fue asesinada, a manos de su marido, ayer día 12 de octubre en torno a las 7:20 horas de la mañana tras una discusión. Los hechos tuvieron lugar en el barrio vitoriano de Sansomendi, en País Vasco, España. La pareja, que vivía junta, se encontraba en pleno trámite de separación.
Una de las mayores lacras sociales que tenemos como sociedad es la violencia ejercida contra otras personas. Este tipo de actitudes y acciones ponen en evidencia una falta de respeto y concienciación desde la base educativa.
Nos hemos criado en una sociedad en la que se determina el perfil de las personas que son sujetos de agresión o de sumisión. El sistema impone sus normas y nosotros, sin ningún ápice de reflexión, las acatamos, ejecutamos y perpetuamos.
La violencia machista está cobrando una gran fuerza, a pesar de la infinidad de recursos para acabar con ella. Parece ser que las campañas de concienciación o la existencia de información al respecto no calan en lo más profundo de algunos individuos.
Ayer tuvo lugar una de estas intolerables acciones que han conmocionado a todo el país. Un hombre asesinó a su mujer en presencia de sus hijos para después acabar con su propia vida. Estos hechos han causado una gran impacto en los menores y en la pequeña localidad donde ella era muy querida.
Erika asesinada en presencia de sus hijos
Un nuevo caso de violencia machista ha azotado a un pequeño barrio de Vitoria. Erika de 37 años fue asesinada a manos de su marido, de 42, tras una fuerte discusión. Los hechos se están esclareciendo con el paso de las horas, pero las características con las que tuvo lugar ha dejado a muchos impactados.
Los hechos tuvieron lugar en torno a las 7:20 de la mañana del pasado martes 12 de octubre. Tras cumplir con su jornada laboral, el hombre regresó a la vivienda familiar situada en el barrio Sansomendi, ubicado en la capital alavesa.
Ambos se encontraban en pleno proceso de separación y, debido a la nefasta legislación, debían compartir casa hasta la resolución. Mantuvieron una fuerte discusión, de la que se desconoce la motivación, y él acabó encerrándola en la terraza de la cocina.
Según las fuentes de la investigación, el hombre propinó una puñalada mortal con un cuchillo y la dejó tendida en el suelo. Al instante se causó una herida mortal para acabar con su vida también.
Los hijos de ambos, de 17 y 13 años, no presenciaron el trágico momento, pero se encontraron con la dantesca escena. Uno de ellos llamó a emergencias para que acudieran al lugar y poder salvar la vida de ambos.
Cuando se personaron en el lugar, la mujer ya se encontraba sin ningún signo de vida, pero el hombre todavía mostraba constantes vitales. A los minutos de comenzar con las maniobras fallecía sin que se pudiera hacer nada por su vida.
Las investigaciones del caso sitúan como principal motivo la negativa de este a separarse de su mujer. De hecho, él mismo aseguró a más de un familiar que no iba a consentir la separación ni abandonar su casa.
Este crimen ha conmocionado a todo el barrio y muchos vecinos están devastados por la tragedia, ya que Erika era una mujer muy conocida y querida. Tras lo sucedido, las redes sociales se han inundado de mensajes que condenan este acto y muestran su apoyo a los menores.
Los mensajes también han llegado de manos de algunas autoridades políticas como Irene Montero, quien no ha dudado en mostrar su indignación.
Se debe acabar con este tipo de actos violentos contra las mujeres y erradicar cualquier comportamiento hostil hacia ellas. Todos nos sumamos a las iniciativas y esperamos que se ponga fin cuanto antes.